Paraná En la Parroquia Santa Teresita

Gran cantidad de fieles visitan la Virgen que llora sangre: Los testimonios

La Virgen que ha llorado sangre sigue convocando multitudes de creyentes en la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús de Paraná. La mayoría se acerca por fe y convicción. Los testimonios de los fieles que concurren a su encuentro.
Algunos se acercan por curiosidad, pero la mayoría lo hace por fe y convicción. La Virgen que dicen que ha llorado sangre sigue convocando multitudes de creyentes a la Capilla del Santísimo, al fondo a la derecha de la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús.
Allí está la representación de la madre de Jesús, detrás de un vidrio que colocaron antes de abrir las puertas por la mañana, y con una cajita para recibir "intenciones" a sus pies. Por momentos, la capilla queda chica para tanta gente.
Están los que se quedan largo rato, los que simplemente pasan y se hacen la señal de la cruz, los que piden silencio cuando se eleva el murmullo, los que registran la imagen con el celular, y hasta alguna mujer que llora sentada en un banco. Cada tanto se eleva un rezo colectivo.
En la esquina de Saraví y 3 de Febrero de la ciudad de Paraná, resulta difícil conseguir estacionamiento, ya que varios llegan desde otros barrios, e incluso del interior de la provincia. La siesta tardía del sábado encuentra a los negocios del barrio cerrados por falta de actividad escolar, pero con un ir y venir constante de personas, publicó El Diario.
Para las misas de las 17 y de las 18:30, el templo recibe más gente que de costumbre. El comunicado del Arzobispado de Paraná al respecto, evita anticipar interpretaciones: "¿La Virgen quiere decirnos algo con sus lágrimas? No más que cuando lloró ante la cruz de su Hijo en el calvario", adelanta el documento.
Pero los feligreses que se arriman tienen sus propias urgencias y poco tiempo para corroboraciones o refutaciones científicas. Para ellos, el hecho sobrenatural no está en cuestión. Sus representaciones sociales, entendidas como construcciones simbólicas individuales o colectivas con las que interpretan el mundo y que conforman sus sistemas de creencias, encuentran un referente trascendental en las gotas rojas que se observan en el rostro de la imagen. Una señal que muchos interpretan como de "alerta".
Algunos de los testimonios de los fieles en la iglesia:
Llamado
"Pienso y estoy seguro que la Madre de Dios llora por las cosas que se están haciendo mal en el país, en el sentido espiritual. Eso afecta mucho y Dios lo demuestra a través de su mamá, nuestra mamá, en vivo y en directo. Nos llama la atención en ese sentido", opina César, de 49 años. "El ser humano, la persona, no quiere darse cuenta, mirarse para adentro y ver lo que está haciendo. Es un llamado particular a mirarse en dónde nos hemos equivocado y hasta dónde podemos llegar", interpreta a su lado Karina, de 43. "Dios bendice si lo seguimos, si no él da vuelta la mirada pero nos llama la atención a través de su madre porque ella piensa en nosotros, siempre. Lo que hacemos mal lo estamos pagando con las cosas que no salen, con la situación económica", retoma César, que informa que también en San Agustín hay una capilla donde se está manifestando la virgen: "que lo sepan también, la Virgen de Guadalupe, en la eucaristía, usted se acerca a la capilla de la oración perpetua y ella mueve el manto. Está pasando en muchos lugares, acá en Paraná, en Santa Fe, en Buenos Aires y Corrientes. Nos está llamando a la reflexión, nos está avisando".
Pedidos a la Virgen
"Yo pedí por mis hijos porque estoy pasando una situación muy difícil con ellos y sentí que algo me llegó al corazón. Vi que me estaba escuchando el pedido, el clamor que estoy haciendo por mis dos hijos mayores. Es la primera vez que vengo a verla y quería tocarla pero no pude, pusieron un lazo para no llegar a ella. Sentí algo, mucha fe", comenta Marcela, de 44 años, que se arrimó desde la zona de La Rural y siente que tiene que regresar a verla. "Lo que vi en ella es mucho dolor por todo lo que está pasando en el mundo, mucho dolor como todas las madres que estamos pasando por situaciones difíciles, en mi caso por la adicción de mis hijos. Estamos mal y ella está triste por eso", explica.

"Pedí por mis hijos, tengo dos hijos que necesitan mucho de la virgen", dice Vanesa, de 35 años, vecina de Santa Teresita. "Se manifestó acá porque el padre es muy caritativo, la gente pide con mucha fe en esta iglesia, y debe ser para que la gente vea que la virgen está sufriendo por todos nosotros", indica. "Es un caso increíble, ¿no? Nunca había visto llorar una virgen así y creo que nos está previniendo de algo. Como soy católico creo en eso, y le he pedido por mi familia y por todos los que creemos. Debe ser un caso real, porque no creo que haya gente que se ponga a jugar con el sentimiento de las personas", argumenta Juan Carlos, de 62 años, del barrio Ángeles Custodios.
Agradecimiento
"Más que nada vine a agradecer y pedir oración, y comprometernos a rezar más porque por algo está sucediendo esto como una señal. Dar fe de que por algo pasa", cuenta Belén, de 21, del barrio Mariano Moreno, que terminó la escuela en esa institución y supone que el fenómeno puede haberse dado en ese lugar "por la cantidad de gente, el grupo, la convocatoria en las misas". La situación mundial también debe haber tenido algo que ver: "para mí es como una alarma, una alerta al mundo en general por tantas peleas y crisis, para que tomemos un poco más de conciencia, más allá del credo, estar más unidos", añade.
"Le pedimos que haya paz, seguridad y todas esas cositas que están pasando. Por el sufrimiento que estamos pasando todos", comparte Raúl, de 64 años. "Somos de barrio Parque Mayor, por Gazzano, siempre vamos a la San José Obrero, pero sentimos comentarios y vinimos", aclara.
Flores. Marta, de 71 años, se acerca con unas flores en su mano, por segunda vez en el día. "Esta virgencita toda la vida estuvo adelante, en el altar. Cuando vino este padre la puso en una habitación con todas las cosas que nunca se usan. Yo le pedía: "sacame a la Virgen", y siempre me decía: "mañana, mañana". Fui hasta el Arzobispado y así logré que la sacaran, pero la pusieron detrás del altar, y la gente pasaba y ni siquiera la miraba. Me llamaron por teléfono y me dijeron: "Marta, su virgen llora sangre". Le traje rosas, todos los días. Cuando vine el jueves le toqué las manitos, le di un beso, recé un rosario, lloré y me fui a mi casa. Como estaba lleno de gente les dije: ¿Saben por qué llora? Porque ustedes pasan todos los días y ni siquiera la saludan. Y ahora está lleno, pues pídanle lo que quieran que ella les va a dar", narra la señora.
Por WhatsApp
Elida, de 66, y María, de 62, posan para una foto afuera de la iglesia. Elida se mudó a Miami hace 15 años y está de paseo por Cerrito, donde vive María. Vieron la noticia por televisión y se acercaron a ver de qué se trataba. "Mi hija hizo la escuela acá, por eso nos estamos sacando una foto, para mandarle por WhatsApp", expresa Elida. "Vinimos a verla y saludarla, nos hicimos la señal de la cruz y rezamos un rato. No sé qué es, yo espero a ver que digan de qué se trata", informa María. "Como todo ser humano, somos muy incrédulos, hay que ver que dice la Iglesia de los análisis que le van a hacer", acompaña Elida.
"Porque muchas veces ha resultado mentira", acota María. "Pero bueno, al menos hace reflexionar a las personas, porque somos mucho de hacernos la señal de la cruz y vemos un pobre hombre en la calle y no lo socorremos. ¿De qué sirve rezar el rosario si no ayudamos a los demás como hermanos?", reflexiona Elida.
La campana da aviso que la misa de las 17 está por comenzar. El templo no está repleto pero indudablemente tiene mayor concurrencia que de costumbre. Un vecino que pasea a su perro se detiene en la puerta y apunta a la ceremonia con su celular. El fenómeno de la virgen "que llora sangre" tiene su eco en las redes sociales, pero también logra otra reacción por la cual la institución eclesiástica hace campaña: "?un primer fruto de este hecho es volver a escucharlo a Dios donde Él nos espera: su Palabra en la Iglesia", afirma el comunicado del Arzobispado local. De paso, entre tantas lágrimas, las noticias sobre la Iglesia se alejan por un rato de las páginas policiales.
Gran afluencia
"El movimiento es continuo, desde el jueves a la mañana el peregrinar es permanente", dijo el padre Diego Rausch.
"No sabemos qué ocurrirá con esto, iremos viendo en el día a día, calculo que va a disminuir un poco con el tiempo, estaremos a la expectativa. Nuestro servicio pasa por tener el templo abierto siempre, y el lugar bien dispuesto para que la gente pueda acercarse a rezar, pedir, agradecer", sostuvo.
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