Entre marzo de 1974 y enero de 1975 viajó por Latinoamérica, descubriendo una realidad social que lo conmovió. Así es que comenzó a militar en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la facultad de Arquitectura.
En noviembre de 1976 fue detenido junto a su esposa, Julia Morresi, en Posadas y trasladado encadenado a Resistencia.
Allí quedó alojado ilegalmente, siendo torturado hasta lo que se conoce como la Masacre de Margarita Belén durante las noches del 12 y 13 de diciembre de 1976, donde se torturaron y ejecutaron a 11 militantes y se desaparecieron forzadamente a otros cuatro.
Pero a comienzos de abril, apenas un mes después de haber sido pintado el mural, fue atacado de forma vandálica. Por eso este sábado fue restaurado.
La concejal Cora, impulsora del homenaje y ahora de la restauración del mural, dijo que ante la reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia de otorgar el 2×1 a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, "repudiamos y nos expresamos en contra de una medida que retrocede 20 años en los avances en Memoria, Verdad y Justicia que ha tenido nuestro país. Ante ello, reafirmamos nuestro compromiso de reforzar la movilización popular en cada rincón de la patria y exigir la marcha atrás con la medida que sólo asegura la impunidad de los asesinos y ladrones de bebés. Ante el avance de decisiones retrógradas contra los Derechos Humanos, llenaremos las plazas y seguiremos luchando más intensamente por el Juicio y Castigo justo a todos los genocidas y sus cómplices".
En ese marco, "la restauración del Mural que homenajea al compañero Fernando Gabriel Piérola, será también una oportunidad para encontrarnos en un espacio del pueblo, y construir Memoria, Verdad y Justicia donde juegan y hacen deportes tantos chicos y chicas de la ciudad. Fernando Gabriel Piérola era paranaense y fue detenido-desaparecido por la Dictadura cívico-militar, víctima del atroz fusilamiento conocido como la Masacre de Margarita Belén, en Chaco. El Mural había sido realizado por vecinos y organizaciones sociales y políticas en el marco de la Multisectorial de Derechos Humanos de Paraná, en reconocimiento a un militante y deportista paranaense", señaló, según publica EntreRíosAhora.
Poco tiempo después de su realización, el mural fue dañado en un ataque agraviante y cobarde realizado de manera anónima. El hecho fue denunciado desde todos los organismos, vecinos, familiares y organizaciones vinculados a los Derechos Humanos y la promoción del mural, quienes "repudiamos lo ocurrido así como todas las expresiones que niegan o vulneran la memoria del genocidio en la Argentina, y los dichos y acciones que amparen el accionar de grupos que desconozcan el proceso de Memoria, Verdad y Justicia; como también la lucha emblemática y ejemplar en el mundo de las Madres de Plaza de Mayo".
"Seguimos eligiendo homenajear a quienes lucharon por una Patria más justa y soberana. Vamos a restaurar el mural y a convertir ese espacio en un lugar de encuentro y memoria", señalaron.