Ejemplificó que cocinan "con anafes, están continuamente reparando y hay mucho polvo. Incluso corremos riesgo nosotros".
"Esta situación nos desbordó y ya era hora de tomar una decisión. La respuesta la debe dar al Rectorado", dijo la joven. Habitualmente concurrían unos 400 estudiantes, pero "bajó la cantidad porque el servicio no era bueno y eso está a la vista".
Es por ello que últimamente en el lugar se sirven "en promedio unos 250 platos por día" a alumnos no sólo de la UNER, sino también de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader).
"Hoy fue la última revisión del gas, por lo que se espera, en teoría" que el martes podamos reabrir", expresó Carlomagno. Finalmente, los becados adelantaron que "más allá del gas, es importante remarcar que vamos a buscar los mecanismos para que la Universidad se haga cargo de otros temas, como lo son las condiciones laborales y aparatos que se han prometido y no están. Son condiciones básicas para brindar un servicio mejor".