Todo comenzó cuando su mamá, Loli, le mostró un video donde una mujer se quejaba de su cabello. Al mismo tiempo, una niña sin pelo a causa de quimioterapias destacaba las cualidades de esa misma cabellera. La pequeña Camila se vio interpelada por el video y en octubre, después de su Comunión, se prometió a sí misma donar su cabello para confeccionar pelucas, supo Paralelo32. La oportunidad llegó este lunes, cuando se hizo una jornada de peluquería solidaria, a cargo de la Asociación Civil Arco Iris, que acompaña a las familias y pacientes del Servicio de Hematología del Hospital Materno Infantil San Roque. Numerosos profesionales hicieron cortes, peinados y maquillaje a precios módicos y lo recaudado se donó a la entidad.
Camila tuvo la posibilidad de ver cómo integrantes de otra ONG "Pelucas de Esperanza" confeccionan las pelucas oncológicas que se entregan en préstamo a las personas en tratamiento que las soliciten. Asimismo, llevó una caja con mechones de pelo de clientas de la peluquera María Inés Machovech, con el mismo fin: contribuir a mejorar el estado anímico y la autoestima de los chicos con cáncer que han perdido su cabello por los efectos de la quimioterapia. "Hoy me sentí feliz", fue la frase que escucharon sus padres y su hermana Brisa, cuando Camila subió a la camioneta para regresar a Crespo. Era la primera vez que cortaba su pelo y decidió que fuera para un noble fin.
Se trata de un ejemplo de una niña con ganas de ayudar. Son decisiones solidarias que los ponen felices por el solo hecho de saber que otro niño se puede sentir mejor.