Todos los años, para esta época, florecen las ofertas de anteojos de sol en las calles, kioscos, en los bares de las estaciones de servicios y obviamente en las playas, cuando éstas se inauguran. Ese producto y la forma en que se comercializa son absolutamente ilegales.
En Entre Ríos, la Ley Nº 9.068 prohíbe la comercialización de anteojos de sol en ámbitos que no sean ópticas habilitadas. Pero, ante la falta de control en los puestos callejeros y comercios que los venden, la precaución parece que debe correr por cuenta de los consumidores.
"Con este tema ya no se sabe qué hacer. Los anteojos son truchos, pero lo que hay que decir con más fuerza es que vienen del contrabando y que provocan un problema en la salud. Todo esto se sabe y se trata de combatir hace mucho, pero no se ha podido avanzar. Es casi imposible", lamentó ante la consulta de El Diario Osvaldo Kramer, propietario de una reconocida óptica de la ciudad. "Es muy difícil perseguir este delito porque ha pasado que los han corrido y a los pocos días vuelven a aparecer y ya nadie los vuelve a sacar. La Municipalidad supo hacer operativos para secuestrar este tipo de mercadería trucha, como son los anteojos, pero a los pocos días uno los ve nuevamente y en el mismo lugar", sostuvo. Y agregó: "Pero lo peor de todo es que la gente sabe que si compra un anteojo de sol en un kiosco, es decir que no tiene ningún tipo de control, está haciendo algo malo o alimentando este tipo de cosas, sin embargo lo hace".
El óptico insistió con una idea: "Un anteojo de sol no puede costar 70 pesos y ser original. Es imposible. De 500 pesos para arriba cuestan los anteojos para ese uso. Los anteojos de sol por debajo de ese precio es posible que no tengan filtro. Es muy malo para la vista", advirtió.
Los anteojos de sol "truchos" no bloquean los rayos ultravioletas, la que debiera ser su principal función. Si los anteojos oscuros no cuentan con filtros adecuados para detener esta radiación, pueden generarse lesiones en los tejidos conjuntivos. Además, por ser oscuras, las lentes provocan una mayor dilatación de la pupila, que no está protegida. De esta manera, el anteojo potencia el riesgo de daños a la córnea, el cristalino y la retina. Esto puede ser la base de patologías como queratitis, blefaritis o cataratas por irritación.
La Municipalidad de Paraná adhiere a la ley 9.068. Esta gestión supo decomisar una importante cantidad de anteojos de sol que fueron quemados. Pero el control quedó en la anécdota. Una recorrida por la ciudad muestra con claridad que el problema no se ha erradicado nada.
"Está todo cambiado. Por ejemplo, en los kioscos se prohíbe vender aspirinas, pero resulta que en las farmacias te venden cosas de kioscos y hasta juguetes. Las cosas no están bien", apuntó Kramer. Y añadió: "Nosotros tenemos un problema que es que se deja de controlar".
El óptico conoce un solo lugar donde el problema, si se quiere, se solucionó en partes. Fue en Río Cuarto, Córdoba. "Se pusieron todos los ópticos de acuerdo, junto con la Municipalidad, y salieron a terminar con la venta ilegal. Es el único caso que conozco. Hace unos días estuve en un congreso en Mar del Plata y el problema, en general, sigue estando", contó.
Otro producto que atenta contra la salud visual son los anteojos pre graduados, que se consiguen en farmacias, kioscos, puestos callejeros y hasta estaciones de servicios. La Ley Nº 9.068 prohíbe la venta de anteojos en dichos ámbitos dentro de la provincia, pero la realidad demuestra que se continúan ofreciendo.
La ley
El artículo 1º de la Ley Nº 9.068 establece: "La exhibición y venta tanto de lentes protectores como de lentes oftálmicos sólo podrá realizarse en las casas de óptica inscriptas ante la autoridad sanitaria correspondiente y en concordancia de lo dispuesto en la siguiente reglamentación. Los vidrios simples, planos y de color, constituyen los denominados lentes protectores, que tienen por misión defender los órganos de la vista de la acción nociva de diversas formas de radiaciones visibles e invisibles.
Se denominan lentes oftálmicos a los que corrigen vicios de refracción, es decir, tienen por misión reparar los defectos en la formación de imágenes retinianas del ojo anormal, constituyendo con el sistema óptico del ojo un único sistema refringente que determina o asegura la formación de imágenes nítidas.
