Paraná Alerta y temor en calle Catamarca

Vecinos cuestionan la construcción de un edificio de 25 pisos en el Parque Urquiza

Se trata de la torre más grande de la provincia y estará emplazado en Catamarca 652, a metros del Rosedal en el Parque Urquiza de Paraná. El proceso de autorización y una serie de falencias fueron denunciadas por los vecinos de la zona.
El controvertido proceso de autorización y una serie de falencias denunciadas por los vecinos de la zona acerca de la megaconstrucción del edificio más alto de la provincia, en Catamarca 652, entre Alameda de la Federación y Mitre de la ciudad de Paraná, vuelve a poner en la escena pública la problemática de las grandes torres y su impacto urbano.
En ese tramo de Catamarca, que se asemeja más a un pasaje que a una calle, está avanzada la obra de un edificio de 14 pisos. Ahora, en el predio que alguna vez ocupó el Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (Suoyem) se hicieron los trabajos de demolición “sin programa ni autorización”, que ya ocasionaron los primeros problemas en las viviendas linderas, y también se iniciaron las tareas para el levantamiento de los pilotes.
Habitantes de esa arteria y la comisión vecinal Parque Urquiza hizo pública, a través de UNO, la preocupación por las consecuencias de ese emprendimiento que según denunciaron, tiene la resolución de factibilidad prescripta, la ausencia de responsables y de constancia de empresa constructora, y la no inscripción del fideicomiso de obra.
Fernando Barzán, César Pross y Gustavo Pignoux, frentistas damnificados, relataron que hace dos años iniciaron, sin éxito, el peregrinaje por las oficinas públicas para conocer la marcha del expediente del proyecto de construcción de 25 pisos, 74 departamentos y 60 cocheras, en un lote de unos 10 metros de frente, por 80 metros de fondo.
“No estamos en contra del progreso, de las inversiones ni de la creación de fuentes de trabajo, pero pedimos que el municipio ejerza el poder de policía, que cumpla y haga cumplir las normas”, señaló Barzán, y acotó que demanda la participación de los vecinos en el control y seguimiento de proyecto y de obra –tal como recomienda la Defensoría del Pueblo para estos casos–, que le fue impedido durante el proceso de factibilidad iniciado en octubre de 2013.

En ese sentido, relató que pese a las numerosas notas y pedidos de audiencia solicitados, no recibieron respuestas. Las primeras misivas de los vecinos elevadas a distintas áreas municipales comenzaron ese mes: desde entonces, abarcaron pedidos de audiencia y de acceso a la información a la intendenta, Blanca Osuna, a las áreas de Gestoría Urbana, Medio Ambiente, Fiscalizaciones de Construcciones Urbanas y la Secretaría Legal y Administrativa.
Barzán relató los distintos pasos y acciones transcurridos en este año y medio. Cuestionó que el trámite de factibilidad de obra fuese otorgado “sin pronunciamiento de la Comisión Asesora del Código Urbano, que fue requerido por el Ejecutivo”, y la falta de un estudio de impacto urbano ya que la zona registra actualmente deficiencias en los servicios públicos, a partir de la alta densidad demográfica por la proliferación de torres: los problemas se observan en la red eléctrica y en el servicio de agua, y temen por la vetusta y centenaria red cloacal, con cañerías que recibirán mayor volumen de desagües de las centenas de familias que habitan las nuevas torres y las próximas a habilitarse en esa manzana y en otras linderas.

Con apoyo letrado, los vecinos fueron denunciando cada avance de la obra, desde el estudio de suelo en octubre de 2013, hasta el acopio de materiales. Si bien habían solicitado permanentemente ser convocados para participar o estar informados, solo fueron notificados para ver el expediente dos meses después de otorgada la resolución de factibilidad, dispuesta en julio de 2014.
Días atrás, a raíz de la reacción de los vecinos, se impidió el ingreso de la pilotera –ya se están construyendo los pilotes– “porque descubrimos que la factibilidad está vencida, se la otorgaron el 7 de julio y notificaron el 17 de julio de 2014, y los inversores presentaron los planos el pasado 21 de enero. Es decir, habían pasado los 180 días para presentar el proyecto definitivo, tal como exigen las normas vigentes. Ese proyecto definitivo no está en la Municipalidad, pero la obra ya empezó, demolieron con daño a las viviendas linderas y empezaron con los pilotes”, relató Barzán.
En tanto, Pross sufrió derrumbes en el fondo de su vivienda. “Para la demolición necesitan programa y autorización que no está en el expediente. No estando en mi propiedad iniciaron los trabajos, en forma totalmente rudimentaria porque arrancaban las paredes con la retroexcavadora”, mencionó.
“Pedimos un estudio de impacto urbano serio, porque es el edificio más grande de la provincia. Lo más alto es de 15; de este tipo no hay ni en Santa Fe”, añadió Pignoux. Fuente: (Uno).-
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