El tribunal, declaró la inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua y, por mayoría de votos, condenó al "monstruo" a la pena de 30 años de prisión.
El condenado pidió perdón a Dios por haber quitado la vida de su mujer y, esposado, fue trasladado hasta el Penal de Varones donde cumplirá sentencia. Los familiares de la víctima no quedaron conformes con el fallo ya que solicitaban la perpetua.