Nacionales “La Corte no gobierna, pero debe controlar al gobierno”

Lorenzetti: “Si un juez se siente presionado, se debe retirar del cargo”

Aseguró que la impunidad y el narcotráfico son dos prioridades para la Corte Suprema de Justicia. “El Poder Judicial debe hacer una autocrítica y tener otra actitud: ser más receptivo de las demandas sociales”, afirmó.
Ricardo Lorenzetti fue confirmado como presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para su tercer período consecutivo. El magistrado aseguró que el objetivo del alto tribunal es ser independiente del poder político de turno y avanzar en la lucha contra dos flagelos: la impunidad y el narcotráfico.

De paso por Córdoba, donde disertará hoy sobre el nuevo Código Civil, el juez nacido en Rafaela, no esquivó ningún tema, en una entrevista con el diario La Voz del Interior.

–¿Está cuestionada la Justicia?
–Noto que muchas opiniones tienen que ver con problemas judiciales que ocurren en Capital Federal y la Justicia es mucho más que eso. Además, cuando se habla de Justicia, siempre se apunta a la cuestión penal y a la inseguridad. La gente tiene razón al pensar que la inseguridad se ha agravado. Pero, ese problema se debe afrontar con políticas de Estado continuas de todos los poderes nacionales y provinciales. El narcotráfico también es un flagelo preocupante, junto con la impunidad. A esto no escapa que el Poder Judicial debe hacer una autocrítica y tener otra actitud: ser más receptivo de las demandas sociales. Hay que acortar los plazos en los juicios, para combatir la impunidad.

–¿Cuál es la función principal de la Corte?
–La Corte debe proteger a los ciudadanos. Esto significa que los derechos de cada uno sea n respetados, más allá de dónde viva y en qué condiciones viva. No puede haber diferencias en la aplicación de ley. Tenemos que lograr que los derechos sean gozados por la gente. Hay discursos, pero luego hay una gran diferencia entre lo que marca la ley y la realidad. Y eso afecta la credibilidad de las instituciones.

–¿No cree que la gente no visualiza que la Justicia puede mejorar su vida?
–Digo que los poderes no pueden hablar siempre de disputas de poder. Hay que prestarle atención a la agenda concreta de la ciudadanía. Esta Corte hace un gran esfuerzo para enfocarse en resolver los problemas de la gente. Todos nuestros fallos están referidos a los jubilados; los trabajadores; las libertades personales; de expresión; la protección del ambiente, que son problemáticas concretas de la gente.

–¿Cómo es la relación de la Corte con el Gobierno?
–Vivimos en un sistema democrático y republicano. Democrático porque se gobierna a través de sus representantes, que se eligen por el voto popular. Ahora, se pueden sancionar leyes o el Poder Ejecutivo tomar decisiones que afectan a los ciudadanos. Entonces, es ahí donde interviene el Poder Judicial, que no se elige por el voto, pero tiene la función de control, poner el límite a decisiones inconstitucionales. Fíjese lo que pasó con el corralito. Los juicios de lesa humanidad. Pensemos en los jubilados. La Corte emitió fallos que garantizaron protección a la gente en esos temas. La Corte tiene que ser independiente del poder político. Siempre se dice la Corte de Alfonsín; de Menem de Kirchner. Debemos terminar con eso.

–¿Los jueces pueden ser elegidos por el voto popular?
–Eso ya no se discute en ningún lugar del mundo. Imagínese que si los jueces fueran elegidos por el voto, deberían hacer campaña. Para hacer campaña, tienen que conseguir fondos. De dónde los conseguirían: del Estado o de las empresas. Cómo después podrían fallar con independencia. Sería muy peligroso que los jueces fueran elegidos. Los jueces estamos para poner límites. A otros poderes del Estado y también al poder empresario. Los jueces no gobernamos, pero ponemos límites al gobierno de turno.

–Cuando el oficialismo habla de democratizar la Justicia, ¿a qué se refiere?
–La idea de democratización nunca fue bien aclarada. Se supone que se refería a la elección de los consejeros del Consejo de la Magistratura. Es una cuestión muy específica que no significa mejorar el funcionamiento de la Justicia. La gente quiere juicios más rápidos, que no duren 10 años. No hablemos de los problemas de poder. Si alguien quiere tener más poder, eso no ayuda a la gente. Colaboraría tener una mejor infraestructura, nombrar más jueces. Hay muchos casos que no se han esclarecido en todo el país. Uno de los más emblemáticos es el de Julio López. La impunidad es otra de las grandes preocupaciones que tenemos en la Corte Suprema. Se combate al mejorar la capacidad de investigación de la Policía. Todos debemos trabajar en ese sentido.

–¿Hay presión del Gobierno sobre la Corte Suprema?
–Cuando asumimos un cargo público, debemos saber que hay presiones de todos lados. En todo juicio hay presiones de la partes intervinientes, sobre todo si alguien tiene poder. Pero eso no nos puede afectar como jueces. Si la Presidenta dice algo, que lo diga. Lo que no nos puede pasar, es que esas opiniones nos afecten. Si un juez se siente presionado, se debe retirar del cargo.
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