El hecho ocurrió en horas de la madrugada en Crespo 3770, cuando el párroco Alexis Louvet, al regresar a su hogar, observó que estaba violentado el portón del garaje y que había luz adentro de la vivienda, por lo que alertó al 911.
Louvet narró a Uno Santa Fe que el delincuente, al ser sorprendido por la policía, se colocó su sotana y estuvo a punto de darles la bendición a los agentes para sortear la segura detención. La maniobra fue desbaratada, porque el ladrón no calculó que quien denunció el suceso fue precisamente el cura párroco, y luego de sacarle la indumentaria eclesiástica, lo llevaron detenido.
Personal de la comisaría 28 del barrio Barranquitas se presentó en el lugar y al interrogar al sospechoso éste aseguró ser el cura párroco del lugar, sin saber que el padre Louvet había radicado la denuncia.
En su intento de robo, el hombre -identificado como R.A.M., de 24 años- había cargado en gres bolsos una notebook, varios micrófonos, electrodomésticos, dinero en efectivo y otros efectos personales del padre Louvet.
Al ser detenido, los uniformados tuvieron dificultades para sacarle la sotana porque le quedaba sumamente ceñida y lo trasladaron a comisaría 24 de la Unidad Regional I, donde quedó a disposición de los tribunales provinciales de la capital santafesina.