La localidad situada en una zona baja, a unos 232 kilómetros
al sudeste de la capital, recibió todo el agua proveniente de
los campos cercanos y quedó invadida por una inmensa masa
hídrica.
El jefe comunal de Idiazábal, Eliberto Favalli, dijo, en
declaraciones a la radio Cadena 3, que la municipalidad local
permanecía "bajo el agua" y "se está amurallando el pueblo para
tratar de evitar que entre el agua masivamente"
En la localidad, situada en una próspera región tambera, se
calcula que las pérdidas son millonarias y hay más de un metro
de agua en sectores de un pueblo, en el que las 300 personas que
prefieren quedarse en sus casas se trasladaban en canoas o en
tractores.
En las últimas horas, el ministro de Desarrollo Social de
Córdoba, Daniel Passerini, estimó que en la provincia quedan
"entre 1.500 y 1.600 evacuados", de un total de 2.000, que había
inicialmente.
La situación en la mayor parte de la provincia, donde varios
evacuados regresaban a sus casas e iniciaban el duro camino de
la reconstrucción, podría mejorar teniendo en cuenta que el
Servicio Meteorológico Nacional prevé buen tiempo al menos hasta
el domingo, aunque con un considerable aumento de la
temperatura.
Pérdidas millonarias
La Bolsa de Cereales de la provincia de Córdoba estimó que
las inundaciones han afectado entre 400 mil y 500 mil hectáreas
de campos, que se encuentran bajo el agua o han sido afectadas
por la catástrofe.
Según el informe realizado por el Departamento de Información
Agroeconómica de la Bolsa, con el aporte de su red de
colaboradores, no se descartaba que el área afectada sea mayor,
ya que en muchos lugares es imposible llegar y obtener
información precisa.
En el informe se remarcó que es "una primera aproximación" y
que "no se puede descartar que la superficie pueda ser aún
mayor, lo cual podrá establecerse a medida que avancen las
labores de relevamiento de daños".
Este martes, el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota,
aseguró que la tormenta ocasionó daños económicos por mil
millones de pesos, mientras que el temporal de mediados de
febrero dejó pérdidas por 600 millones.
El mandatario definió al temporal de lluvia que hizo
desbordar diques, ríos y arroyos en la mayor parte de la
provincia, como "la peor catástrofe de los últimos 50 años".