Es que se denunció desprolijidad en el trato y recolección de la evidencia, como por ejemplo el momento en que uno de los gendarmes agarró el celular de la víctima y con el tacto lo contaminó. De esta manera, la familia busca determinar si alguien "hackeó o usó esos dispositivos una vez que el fiscal ya había fallecido. Hay llamadas desde teléfonos a su nombre que se hicieron un día después de su muerte".
"La querella intenta determinar la hora y fecha de encendido de la computadora y la existencia de programas de acceso remoto, así como identificar contenedores de almacenamiento en la nube que pueden contener registros informáticos de interés en las fechas solicitadas", sostuvo la ex mujer del fallecido.
Diego Lagomarsino, el asesor informático que le dio el arma, reconoció que él es quien le hacía los back up al fiscal y se encargaba de los sistemas de seguridad de sus computadores. En su declaración, admitió que muchas veces le arreglaba la máquina desde su casa de manera remota.
Del departamento de Nisman, los peritos se llevaron cinco computadoras, dos teléfonos celulares y una cámara de fotos. Además de dos líneas fijas, el fiscal tenía líneas a su nombre de distintas compañías telefónicas. Lo extraño, es que se registraron llamadas a su nombre con fecha del 19 de enero, un día después de su muerte.
De acuerdo a los registros de la empresa Claro, existe una línea a nombre del fiscal que siguió en uso hasta el 22 de enero. Incluso el celular que él usó cuando llegó del exterior para hablar con sus secretarias, también registra movimientos posteriores a su muerte, aunque muchos aseguran atribuirse al paquete de datos.
Es la cuarta vez que la familia pidió que su equipo de peritos de parte sean quienes vean la autopsia. "El equipo de peritos nuestros sigue trabajando con el mayor rigor científico y seriedad. Ni bien terminen su informe, éste se presentará en el expediente y se dará a conocer lo que se pueda", dijo ayer la ex mujer del fiscal Sandra Arroyo Salgado.
Según su relato, el 18 de enero Salgado se comunicó telefónicamente desde Europa con uno de los guardaespaldas del fiscal para pedirle que por favor no realizaran la autopsia sobre el cuerpo porque ella iba a traer a su propio equipo de peritos para que presenciaran ese. No obstante, el mensaje supuestamente nunca llegó su pedido.
"Le pedí que por favor le transmita al juez que no se haga ninguna autopsia ni examen sobre el cuerpo de Nisman hasta que la familia no designe un perito de parte", le dijo la muejr a Sergio Berni, lo que no fue respetado desde un principio.
