La madre dijo que en uno de los llamados que le hizo a su hija, el día de su desaparición el 10 de junio, el llamado fue atendido. Se cortó y después nadie volvió a atender. A las 21 horas el teléfono estaba prendido y en manos de alguien. Si se pudiera determinar dónde estuvo el teléfono a esa hora, se podrían desentramar muchas de las cuestiones que hoy no tienen respuestas. Como también el detalle de los Whatsappa ya que los jóvenes usan más el whatsapp que los llamados, explicó el letrado Adrián Tenca.
María Elena Aduriz, madre de Angeles, sostuvo que durante la noche del 10 de junio de 2013, cuando su hija desapareció, llamó a su celular la atendieron pero nadie contestó y luego el teléfono, que nunca fue encontrado, daba apagado.
"Le mandé un mensaje de texto a las 21.30, no contestó y a las 21.40 la llamé al teléfono. Sonó, alguien contestó y cortaron, después daba apagado", declaró Aduriz ante el tribunal.
Por eso, para Tenca el testimonio de la madre podría ser beneficioso para su defendido ya que una de las pruebas que el Tribunal había rechazado la posibilidad de pedir el rastreos del teléfono y los Whatsapp de Angeles.
Con el cruce de antenas se puede determinar dónde estaba el teléfono a esa hora y establecer el recorrido que hizo ese teléfono y determinar el recorrido de la víctima, concluyó.
