En esta oportunidad, unas 23 personas resultaron con heridas leves, principalmente mordeduras en dedos, piernas y manos.
Tras los ataques de las palometas, la comuna prohibió el ingreso en el balneario, pero a pesar de que un cartel advierte que el lugar no se encuentra habilitado para ingresar al agua, los vecinos y turistas se bañan igual.
El secretario de Turismo municipal, Sebastián Dutra, explicó: "Una playa está funcionando muy bien, está mallada, no ingresan los animales y es plenamente segura para los bañistas, pero la otra playa, donde están los sanitarios, está prohibido bañarse, porque se registraron casos de ataques que todavía están siendo estudiados".
La restricción para bañarse en el río se prolongaría hasta que se coloque una red de contención que impida el ingreso de las palometas.