Nacionales Sigue en estado delicado

Cómo pudo sobrevivir la niña arrojada a una alcantarilla con el cadáver de su madre

Martina también fue agredida por el asesino de su madre. Detallaron las heridas que presentaba. La niña continúa internada en terapia intensiva. Su estado es grave por el riesgo de infección. Mejoró la condición neurológica.
La Voz del Interior.
Foto: La Voz del Interior.
“Por ahora estamos muy preocupados por el riesgo de infección, pero al mismo tiempo tenemos la esperanza de que Martina se recupere”.
Con esas palabras resumió ayer a la tarde el director del Hospital de Niños de Córdoba, Néstor Perotti, la situación de la beba de 1 año y nueve meses hallada anteayer en una alcantarilla al lado de su madre muerta, tres días y medio después de la desaparición de ambas.
“La bebé está estable, pero con pronóstico reservado porque no se encuentra fuera de peligro, ya que el riesgo que implica una infección es muy ­importante”, precisó el director del establecimiento donde la niña permanece internada en terapia intensiva, sin asistencia respiratoria.
Según indicó Perotti, recién dentro de 48 horas se podrá tener un panorama más claro que permita valorar con mayor certeza la evolución de Martina.
La preocupación de los médicos se centra en que la beba tiene tres heridas punzocortantes medianamente profundas, que estuvieron en contacto directo con un medio séptico, como lo es una alcantarilla, una de las cuales mostraría signos de infección.
Y, además, los profesionales presumen que la bebé pudo haber ingerido algún líquido, que por el lugar donde se la halló, también habría estado contaminado.
“La niña está recibiendo tratamiento para intentar evitar complicaciones”, afirmó Perotti.

Más conectada
Otra gran preocupación de los médicos era el estado neurológico de Martina, por el shock traumático sufrido y los tres días de total aislamiento y privaciones.
“Pero eso va mejorando, ya que se despertó”, informó el director del Hospital de Niños, al tiempo que aseguró que la niña “está más conectada, ya que ­pudo comunicarse con la tía, a la que le pidió por su mamá”.
El parte médico emitido 
por el Hospital de Niños ayer 
a las 19, informaba en tal sentido que la beba mostraba “evolución neurológica lentamente favorable”.

Las heridas
De acuerdo con la valoración de los médicos, durante las largas horas que la beba permaneció en la alcantarilla sufrió hipotermia (injuria por frío), falta de alimentación (inanición) y deshidratación. Esas condiciones le provocaron en un principio un desequilibrio metabólico importante, pero pudieron ser superadas con la asistencia médica recibida primero en el Hospital Pediátrico y luego en el de Niños.
“Además, Martina tiene politraumatismos que incluyen hematomas en la carita y en otras partes del cuerpo, y también un golpe en el tórax que le trajo aparejado al comienzo una leve atelectasia pulmonar, es decir una disminución de la ventilación probablemente por una compresión”, informó el ministro de Salud de la Provincia, Francisco Fortuna.
El funcionario también precisó que la niña tiene tres heridas punzocortantes, una en el cuello, otra en el tórax y la restante en el dorso.
Fortuna puntualizó asimismo que no se hallaron daños causados por alimañas.
Otro traumatismo que sufrió Martina fue un síndrome de aplastamiento (o compresión muscular) que le afectó la parte anterior y posterior del muslo derecho. “Por esa compresión máxima, las células musculares se rompen y liberan unas proteínas que pueden provocar un bloqueo de la función renal e impacto en el medio interno”, explicó Perotti, al tiempo que aseguró que esa condición ya fue controlada.

Cómo habría sobrevivido
Consultado el director del Hospital de Niños sobre 
cómo la beba pudo sobrevivir tantas horas con frío, hambre y sed, además de los traumatismos, Perotti consideró que la clave habría sido la hidratación.
“Lo primero, es que deberíamos estar seguros de que realmente la niña pasó 80 horas en ese lugar”, indicó. “Y si estuvo ese tiempo, la única manera para sobrevivir es que haya ingerido algo de líquido, porque si no lo hubiera hecho, ya al segundo día hubiera tenido una deshidratación muy severa y no hubiera resistido”, consideró. “La falta de alimento no es tan importante como el líquido, porque aunque baja la glucosa, puede sobrellevarse”, afirmó. “Las lesiones no eran de tanta consideración aunque ahora preocupa la infección, y seguramente tuvo mucho frío, pero de alguna manera logró superarlo”, concluyó. (La Voz del Interior)
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