Por eso, el fiscal Marcelo Soto dispuso la detención del padre, de 55 años.
El hombre había denunciado el lunes último la desaparición del niño, por lo que se inició una intensa búsqueda por la zona, hasta que ayer fue avistado el cuerpo flotando en la laguna.
Luego, forenses del Hospital 4 de Junio de Sáenz Peña determinaron que, si bien murió a causa de asfixia por sumersión, el cuerpo presentaba importantes hematomas en el cuero cabelludo, heridas contuso cortantes en la zona interparietal, con fractura y hundimiento de cráneo.
Los médicos advirtieron que los golpes en la cabeza no son compatibles con los que puede producir una caída al agua, que amortigua los golpes, aún cuando pudo haber golpeado contra alguna rama, informó el diario Norte, de Resistencia.
Esto, sumado a que existen sospechas, que deberán ser corroboradas por nuevos estudios, de que habría sido abusado sexualmente, viraron la investigación hacia la posibilidad de un crimen.