Nacionales Tragedia

Emotivo adiós a los bomberos y rescatistas muertos tras incendio y derrumbe en Barracas

Familiares, compañeros de trabajo, amigos y vecinos despidieron a los siete bomberos y dos guardias civiles fallecidos en el incendio y derrumbe ocurrido en Barracas, con emotivas ceremonias en distintos puntos de la ciudad y el conurbano.
La ceremonia principal se desarrolló en el Cementerio de la
Chacarita, donde fueron inhumados cuatro de los efectivos de la
Policía Federal caídos en servicio.
La misma autobomba que llevó a los infortunados bomberos hasta
el depósito de Barracas -la 102- integró el cortejo repleta de
coronas y flores detrás de los autos fúnebres que llevaron los
restos hasta el cementerio.
Decenas de personas se reunieron al paso del cortejo para
expresar su admiración hacia los bomberos, aplaudirlos y arrojar
flores.
Los servidores públicos fueron velados en el Salón Dorado del
edificio central de la fuerza, en Belgrano y Virrey Cevallos.
La sirena de la autobomba acompañada por aplausos que una
multitud ofreció a los bomberos fallecidos fue el emotivo sonido
que se escuchó durante el paso del cortejo.
Una multitud se acercó hasta el cementerio para darles el
último adiós a los bomberos fallecidos, cuyos féretros estaban
cubiertos por la bandera argentina.
Efectivos de la fuerza vestidos con trajes de gala escoltaron
los féretros, luego de su llegada al cementerio.
El arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, presidió la
ceremonia de despedida: "El señor resucitado nos anime en este
momento de tristeza y partida que el amor de Dios inunde nuestro
corazón", expresó.
Además, Poli señaló: "Los cristianos encontramos en la palabra
de Dios un gran consuelo. El Dios que le dio la vida y el aliento
también les dio esta vocación".
"Amando a Dios y al prójimo se cumple todo y el servicio
público es una forma de amar al prójimo. El ejemplo de estos
valiente hay que tomarlo", agregó.
Luego, el arzobispo de Buenos Aires rezó un Padre Nuestro junto
con los presentes, mientras bendecía a los féretros.
"Te pedimos por estos hermanos y amigos nuestros, son de la
Policía, bomberos, caídos en su misión de servicio. Sus buenas
obras en favor nuestro los acompañe. Danos el consuelo y la paz",
agregó.
A continuación, se leyó una carta enviada por el Papa
Francisco, quien expresó su profundo pena "apenado al conocer la
dolorosa noticia del voraz incendio" y donde dijo: "Quisiera
transmitir toda mi cercanía y decirles que me siento muy unido a
los que sufren".
Cumpliendo el sentimiento del Papa, Poli impartió la bendición
apostólica a los familiares, compañeros de la fuerza y vecinos.
"Que las almas de estos amigos descansen en paz, amen",
concluyó el cardenal.
También dirigió una palabras Arturo Martínez, comandante de
Bomberos, quien al despedir a los caídos dijo: "Son y serán
nuestro orgullo".
Los seis bomberos pertenecientes a la Policía Federal caídos
fueron velados desde la medianoche en el Salón Dorado del edificio
central de la fuerza, en Belgrano y Virrey Cevallos, donde asistió
el secretario de Seguridad, Sergio Berni, entre otras autoridades.
Allí fueron despedidos el comisario inspector Leonardo Day, la
subinspectora Anahí Garnica; los cabos primero Eduardo Adrián
Canessa y Damián Béliz, y los agentes Maximiliano Martínez y Juan
Matías Monticelli.
En tanto, el bombero voluntario Sebastián Campos fue velado
en el cuartel de Vuelta de Rocha, del barrio de La Boca.
Por su parte, los agentes de Defensa Civil José Luis Méndez y
Pedro Baricola fueron despedidos en distintos puntos del
conurbano.
Baricola fue velado en Paraná 7093, Villa Adelina -norte del
conurbano- y el sepelio se realizó al mediodía en el cementerio de
Olivos, mientras que Méndez fue despedido en el cuartel de
bomberos de Wilde, en calle Brandsen al 4800, donde se desempeñaba
en forma paralela.
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