Nacionalistas y unionistas colmaron ayer las calles de Escocia para hacer llegar su mensaje en el último día de campaña que, según los analistas, anticipa una gran participación de votantes.
Alex Salmond, promotor del separatismo y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), cerró la campaña recordándole a sus seguidores que "es una oportunidad única en la vida".
"Nos reunimos esta noche [por ayer]en víspera del día más importante de la democracia escocesa, un día que Escocia no olvidará", sentenció.
Por su parte, los unionistas también finalizaron su campaña creyendo en la victoria.
"Luchamos dos Guerras Mundiales juntos. No hay un cementerio en Europa en el que no estén codo a codo un escocés, un galés, un inglés y un irlandés. Cuando pelearon, nunca se preguntaron de dónde venían", dijo el ex primer ministro británico escocés, Gordon Brown, que en las últimas semanas tomó las riendas de la campaña probritánica.
Asimismo, el responsable de la campaña unionista "Mejor Juntos", el ex ministro laborista Alistair Darlin, dedicó sus últimas horas de campaña a tratar de convencer a los indecisos: "Para tomar una decisión tan trascendental es necesario tener claridad, y lo que ha quedado patente al final de esta larga campaña por parte de los nacionalistas es que no tienen claridad en absoluto. Cualquiera en Escocia que tenga alguna duda, que no dude más, tiene que decir 'no'", sostuvo el responsable de la campaña unionista.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, lanzó su último mensaje hace un par de días, cuando afirmó que "la independencia sería un divorcio muy doloroso" para el Reino Unido, luego de proponer un "programa de descentralización sin precedentes" que daría más libertad a los escoceses si rechazan la independencia.