A su vez, llamó al diálogo inmediato para “resolver sus diferencias” desde los principios consagrados en el derecho internacional, como el respeto a la soberanía o la renuncia al uso de las fuerzas para solucionar controversias entre las partes.
Antes de su detención, Glas se encontraba refugiado desde diciembre en la Embajada de México, ubicada en Quito, eludiendo una orden de captura después de ser condenado por casos de corrupción y malversación de fondos. Luego de lo ocurrido, la presidencia de Ecuador argumentó que “toda embajada tiene una sola finalidad: servir como un espacio diplomático con el objetivo de estrechar las relaciones entre los países” y agregó que “ningún delincuente puede ser perseguido político”. En esta línea, la OEA recordó la vigencia de los principios que regulan las relaciones diplomáticas entre los estados: “Dichas normas constituyen reglas fundamentales para asegurar la convivencia pacífica entre todos los países que conforman la comunidad internacional”.
Con respecto al accionar de la Policía de Ecuador, la Secretaría General se solidarizó con las víctimas que estuvieron presentes en el ingreso de las fuerzas y realizó un llamado al diálogo entre ambos países.
“Estima necesaria una reunión del Consejo Permanente de la OEA para abordar el tema y con base en los principios consagrados en el derecho internacional, como el respeto a la soberanía, la solución pacífica de las controversias, la coexistencia pacífica de los Estados, la renuncia a recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza para dirimir los conflictos y el fiel estricto cumplimiento de los tratados internacionales”, concluyeron en el comunicado. (TN)