Por su parte, el presidente de EE.UU., Donald Trump, declaró el martes que si la nación liderada por Kim Jong-un presenta nuevas amenazas a su país, la respuesta será "el fuego y una furia que el mundo nunca ha visto".
El país asiático reaccionó a esa advertencia al día siguiente, cuando anunció que sopesa seriamente poner en marcha un plan para lanzar un misil contra la base aérea de EE.UU. en la isla de Guam si ese país lleva a cabo alguna acción provocadora y, una vez listo, podría atacar "en cualquier momento" si el mandatario norcoreano decide tomar esa decisión.
El jueves, Trump lamentó que su promesa podría no haber sido "lo suficientemente dura" y opinó que en Corea del Norte deberían "ponerse de acuerdo" o "estarán en problemas como pocas naciones lo han estado".