Internacionales Reclamo

Incendio en Londres: damnificados piden ayuda estatal

Cientos de manifestantes que protestaban por la muerte de al menos 30 personas en el incendio de la torre de viviendas sociales de Londres, irrumpieron ayer en el ayuntamiento del distrito de Kensington y Chelsea al grito de "asesinos".
Humildes inmigrantes que vivían en el edificio donde murieron al menos 30 personas entraron por la fuerza al ayuntamiento.

El avance de los manifestantes, que reclamaban ayudas a los afectados y respuestas de las autoridades, fue detenido al pie de una escalera por guardias de seguridad, con quienes intercambiaron golpes, entre gritos de "asesinos", "queremos justicia" y "vergüenza". En total, la protesta reunió a varios centenares de personas, pero sólo una parte invadió las dependencias.

"Queremos respuestas, no somos alborotadores", explicó Salwa Buamani, una mujer de 25 años que estaba acompañada por una sobrina pequeña. "Ahora nos etiquetarán como los malos", añadió, lamentando el incidente.

El bloque de viviendas fue construido en 1974 en un sector obrero del riquísimo distrito de Kensington y Chelsea, a escasa distancia del barrio bohemio de Notting Hill.
El edificio pertenecía al distrito, uno de los más ricos del mundo, y estaba gestionado por su organismo de vivienda, la Kensington and Chelsea Tenant Management Organisation (KCTMO).

Fuera de la sede, un hombre que se presentó como portavoz de los manifestantes explicó que había hablado con los responsables del distrito y recibido algunas garantías.

Estas explicaciones no parecían satisfacer a algunos de los presentes, que respondían "¡no es suficiente!", o "¡no son 17!,¡no son 17! ", en respuesta a uno de los primeros balances de muertos, que aumentará considerablemente, según admitió la policía.

El portavoz pidió calma, "o nos acusarán a nosotros".

La frustración es grande entre los vecinos, que se sienten abandonados por las autoridades y que aguardan impacientes a conocer la suerte de amigos y familiares, cuando apenas se conocen sólo un par de identidades de los 30 muertos.

A medida que se van conociendo detalles del estado del edificio aumenta la indignación.

El centro de las sospechas, a causa de la velocidad a la que se propagó el fuego, es un revestimiento instalado en toda la fachada y que pudo actuar como una chimenea.

Los vecinos sostienen que se colocó sólo para disimular la fealdad del bloque a ojos de los vecinos ricos, y el diario The Times reveló que que se eligió un modelo más barato e inflamable.
La Torre Grenfell contaba con una sola escalera, no tenía puertas cortafuegos, y carecía de extinguidores, que hoy son recomendados y frecuentes.

Reina la impresión de que el balance de víctimas será considerablemente más alto. El comandante de policía Stuart Cundy, pronosticó que "tristemente el número volverá a aumentar". Además hay 24 heridos, 12 de ellos graves.

Según estimaciones, anteriores a este nuevo balance, había más de 70 desaparecidos en este edificio de 24 plantas en el que vivían unas 800 personas, la mayoría inmigrantes muy humildes.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS