El PSDB, afectado como nunca con su líder Aecio Neves en el centro de la corrupción y sus inmuebles allanados, decidió retirar el apoyo a Temer, algo que se comprobó con la renuncia del ministro de las Ciudades, Bruno Araújo. Según las pruebas de audio y video aportadas por los ejecutivos, el ex candidato presidencial en 2014, les había pedido R$ 2 millones (unos US$ 600.000) para afrontar los gastos de su defensa en otras investigaciones de las que es objeto en la Lava Jato.
El Supremo Tribunal Federal (STF) decidió separar a Neves de su cargo aunque no le dictó la prisión preventiva, como se esperaba, sí fueron arrestados dos familiares suyos -una hermana y un primo- que estuvieron involucrados en la recepción del dinero sucio. Por la tarde, Temer, quien había suspendido todas sus actividades y las de sus ministros, dio una conferencia de prensa en la que afirmó que continuará en el cargo. "No renunciaré. Repito: sé lo que hice, sé sobre la rectitud de mis actos", dijo, y esto tuvo sus repercusiones.
Tras escuchar las palabras del actual presidente de Brasil, el ministro de Cultura, Roberto Freire, presentó su renuncia y fue el segundo en abandonar el barco.