'Creo que este es un bonito mensaje', sostuvo Bruno Julliard, adjunto de la alcaldesa de París Anne Hidalgo. 'Esto contribuye a probar que somos una ciudad solidaria, generosa y abierta', aseveró.
Numerosas parejas colocaron candados con sus nombres en las barandas del puente peatonal junto al Museo del Louvre. Esta costumbre en todo el mundo representa para muchas personas el símbolo del amor eterno.
Pero luego de que una parte de las barandas se desplomara por el peso, París pasó a la acción e hizo retirar hace dos años todos los candados e instaló nuevos pasamanos.
Ahora esos candados serán subastados.