Internacionales El Papa Francisco en Egipto

"Construir la paz con la fuerza de la ley y no con la ley de la fuerza"

En el primer día de una visita de 27 horas que inició en El Cairo, el Papa Francisco destacó el "rol insustituible" del país en Medio Oriente y pidió "respeto incondicionado" a los derechos humanos.
El papa Francisco destacó el "rol insustituible" de Egipto en Medio Oriente, al tiempo que, frente al presidente Abdel Fatah Al Sisi, cuestionado por organizaciones de defensa de los derechos humanos, pidió a las autoridades locales "respeto incondicionado" de los esos derechos en el primer día de una visita de 27 horas que inició en El Cairo.

En un país con casi 90% de musulmanes, el Pontífice pidió una "especial atención" al rol de la mujer y resaltó "el deber de desmontar las ideas homicidas y las ideologías extremistas".

"Egipto, a causa de su historia y de su concreta posición geográfica, ocupa un rol insustituible en Oriente Medio y en el contexto de los países que buscan soluciones a esos problemas difíciles y complejos, que han de ser afrontados ahora para evitar que deriven en una violencia aún más grave", aseguró Francisco al dirigirse a las autoridades del ministerio de defensa local que gestionan el hotel Al-Masah (diamante en español), un imponente complejo cinco estrellas.

"Me refiero a la violencia ciega e inhumana causada por diferentes factores: el deseo obtuso de poder, el comercio de armas, los graves problemas sociales y el extremismo religioso que utiliza el Santo Nombre de Dios para cometer inauditas masacres e injusticias", detalló el Obispo de Roma, en un país golpeado varias veces en los últimos meses por diferentes ataques que se atribuyó el Estado Islámico (EI).

Frente a 800 representantes políticos y diplomáticos, el Papa argentino combinó el rol que cumple el país en la manutención de la paz en la región con algunas recomendaciones para la política de derechos humanos del gobierno de Al Sisi.

El Papa pidió, en presencia del presidente, "construir la paz con la fuerza de la ley y no con la ley de la fuerza". Agregó que "este destino y esta tarea de Egipto constituyen también el motivo que ha animado al pueblo a pedir un Egipto donde no falte a nadie el pan, la libertad y la justicia social".

Las alusiones del Pontífice a la política de derechos humanos del gobierno se dan en un marco en el que, en medio de denuncias de varios organismos por la represión gubernamental, Al Sisi resaltó en los últimos meses la "necesidad de no abordar los asuntos de derechos humanos y libertades en Egipto desde una perspectiva occidental".

Para el Papa, "Egipto tiene una tarea particular: reforzar y consolidar también la paz regional, a pesar de que haya sido herido en su propio suelo por una violencia ciega. Dicha violencia hace sufrir injustamente a muchas familias, algunas de ellas aquí presentes, que lloran por sus hijos e hijas", planteó.

En ese marco, además, destacó la política de acogida del país africano y aseguró que "hoy encuentran aquí acogida millones de refugiados que proceden de diferentes países, como Sudán, Eritrea, Siria e Irak, refugiados a los que se busca integrar con encomiable tesón en la sociedad egipcia".

Los últimos atentados en iglesias cristianas egipcias que a comienzos de abril provocaron 46 muertos no estuvieron al margen de las palabras de Francisco, quien aseguró que "a sus familias y a todo Egipto dirijo mi sentido pésame y mi oración al Señor para que los heridos se restablezcan con rapidez".

Si bien planteó que "la paz, prosperidad y desarrollo" merecen "cada sacrificio", pidió "sobre todo, respeto incondicionado a los derechos inalienables del hombre, como la igualdad entre todos los ciudadanos, la libertad religiosa y de expresión, sin distinción alguna".

Según el Obispo de Roma, esos son "objetivos que exigen prestar una atención especial al rol de la mujer, de los jóvenes, de los más pobres y de los enfermos".

En su último informe anual, Amnesty Internacional denunció que "para reprimir las manifestaciones y la disidencia las autoridades utilizaron detenciones arbitrarias masivas que afectaron a periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos y manifestantes, y restringieron las actividades de las organizaciones de derechos humanos".

En ese contexto, Francisco destacó que de todos modos "la grandeza de cualquier nación se revela en el cuidado con que atiende a los más débiles de la sociedad: las mujeres, los niños, los ancianos, los enfermos, los discapacitados, las minorías, para que nadie, ni ningún grupo social, quede excluido o marginado".

En una convocatoria al gobierno y autoridades en línea con el llamado que en su primer discurso en suelo egipcio había hecho al Islam para "caminar juntos" contra la violencia, Francisco planteó a Al Sisi: "Tenemos el deber de desmontar las ideas homicidas y las ideologías extremistas, afirmando la incompatibilidad entre la verdadera fe y la violencia, entre Dios y los actos de muerte".

"Egipto, que en tiempos de José salvó a otros pueblos del hambre está llamado también hoy a salvar a esta querida región del hambre de amor y de fraternidad", destacó.

"Está llamado a condenar y a derrotar todo tipo de violencia y de terrorismo; está llamado a sembrar la semilla de la paz en todos los corazones hambrientos de convivencia pacífica, de trabajo digno, de educación humana" y puso de relieve que el gobierno egipcio "al mismo tiempo construye la paz y combate el terrorismo".

En ese marco, pidió por último "paz para toda esta región, de manera particular para Palestina e Israel, para Siria, Libia, Yemen, Irak, Sudán del Sur".
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