Internacionales Otra polémica en EE.UU

El presupuesto de Trump: Más defensa y seguridad, menos educación y salud

El presidente estadounidense desató otra polémica entre aliados y rivales al pedir recortes drásticos para 2018 en Salud, Diplomacia y Medio Ambiente para poder destinar más dinero a Defensa y Seguridad Nacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó al Congreso su borrador del presupuesto para el año fiscal 2018, y desató otra polémica entre aliados y rivales al pedir recortes drásticos en Salud, Diplomacia y Medio Ambiente para poder destinar más dinero a Defensa y Seguridad Nacional.
El presupuesto comenzará a ser discutido en los próximos meses y republicanos y demócratas coincidieron en los medios que tiene pocas chances de ser aprobado tal como está, pese a que la Casa Blanca cuenta con mayorías propias en ambas cámaras.

El rechazo de propios y ajeno se centra en los recortes que pide el gobierno de Trump: del 28% al Departamento de Estado, del 31% a la Agencia de Protección Ambiental (EPA), del 23% al Departamento de Salud, y del 21% en el de Trabajo.
Por el contrario, el proyecto de Trump propone aumentar un 9% al Pentágono.
Además, el gobierno envió un presupuesto suplementario para el año fiscal 2017, para sumar 30.000 millones de dólares más al Departamento de Defensa y 3.000 millones para el de Seguridad Nacional, informó la agencia de noticias Reuters.
Esos fondos extra serán destinados para adquirir tecnología militar, como aviones de combate F-35 y sistemas de drones, extender el muro en toda la frontera con México y construir nuevos centros de detención para los inmigrantes indocumentados.
El Congreso tiene hasta el próximo 28 de abril para aprobar este presupuesto suplementario, mientras que la discusión sobre el presupuesto de 2018 se extenderá hasta septiembre, cuando vence el actual año fiscal.

Tanto el proyecto de presupuesto como la enmienda para este año representan el primer plan concreto que expone cuales serán las prioridades del nuevo mandatario y cómo se financiarán. También demostraron que los objetivos de Trump serán resistidos por la oposición demócrata y varios miembros del oficialismo republicano.
Las reacciones
Uno de los primeros en hablar públicamente fue el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
El senador adelantó que será difícil de aprobar el presupuesto presentado por Trump e hizo hincapié en los enormes recortes al Departamento de Estado, es decir, la diplomacia y la política exterior del país.
Más contundente fue el senador republicano Lindsey Graham cuando advirtió que ese ajuste hará menos seguro al país y anticipó que el proyecto de Trump llegará "muerto" al Congreso.Por su parte, el senador republicano John McCain, un acérrimo detractor de Trump, también pronosticó que "esa propuesta no pasará por el Senado", aunque, a diferencia de sus pares, su rechazo se debe a que no considera que el aumento presupuesto para Defensa sea lo suficientemente grande.La propuesta, que la Casa Blanca denominó "América Primero: un plan de presupuesto para hacer grande a América otra vez", aumenta a 53.000 millones de dólares el gasto de Defensa, mientras que recorta los gastos destinados para infraestructura, educación e investigación científica.
Mientras los republicanos se encuentran divididos en este tema, los demócratas salieron a criticar el proyecto de forma unánime.

El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, denunció que la clase media será la primera perjudicada por la propuesta y acusó a Trump de redactar el presupuesto pensando sólo en el beneficio de los más ricos.
"Los recortes propuestos en el presupuesto del presidente son devastadores para la clase media. Una vez más el gobierno de Trump demuestra quiénes son; hablan como populistas pero gobiernan como fanáticos de los intereses especiales", sentenció el senador, citado por la agencia de noticias EFE.

"Este presupuesto le quita la carga (impositiva) a los adinerados y a los intereses especiales y se la pone a la clase media y a aquellos que están luchando para llegar a ser clase media", agregó Schumer.
Asimismo, la líder demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi, destacó que el país no puede depender sólo de la fuerza militar y subrayó la importancia de mantener intactos el gasto destinado a la diplomacia y la salud.
"Este presupuesto devastaría la innovación que impulsa nuestra economía, la investigación que cura nuestras enfermedades, la educación que da poder a nuestros niños y los programas de capacitación de habilidades que permiten a nuestros trabajadores lograr trabajos bien remunerados en la economía moderna", explicó.Por su parte, el alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, adelantó que la propuesta de Trump va a encontrar "una enorme resistencia en todo el país".

"Esto hará a los neoyorquinos menos seguros, les dificultará lograr viviendas accesibles, dañará a nuestras escuelas, dañará nuestros hospitales...", dijo De Blasio en una conferencia de prensa.
Asimismo, el jefe de la Policía de Nueva York, James O'Neill, aseguró que los recortes dañarán directamente la "lucha antiterrorista" en la ciudad.

En la misma conferencia de prensa, O'Neill aseguró que la propuesta de Trump quitaría prácticamente toda la financiación federal a su Departamento, incluidos unos 110 millones que recibe para la lucha contra el terrorismo, una partida clave en esa ciudad desde el atentado contra las Torres Gemelas de 2001.
"Esta financiación es fundamental", subrayó el jefe policial, quien insistió en que ese dinero es "clave para mantener a todo el mundo a salvo".
El plan presupuestario de Trump también prevé recortes al gasto del Departamento de Estado, que pasaría de recibir 52.800 millones de dólares a 37.600, una reducción que apunta a desfinanciar los programas de ayuda en el exterior.
Los principales afectados por este recorte son la ONU y sus agencias.
Por eso, el flamante secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió a Estados Unidos que recortar de forma abrupta su apoyo financiero a la organización puede minar los esfuerzos de reforma que reclama Washington.

Sin embargo, dijo que comprende que sea prioridad de Estados Unidos "combatir al terrorismo" aunque matizó con que ello "requiere más que gasto militar".
"También hay necesidad de responder a las causas subyacentes del terrorismo con inversiones continuadas en prevención de conflictos, resolución de conflictos, contrarrestar el extremismo violento, pacificación, construcción de paz, desarrollo sostenible e inclusivo, la promoción y el respeto de los derechos humanos y respuestas a tiempo a las crisis humanitarias", agregó su vocero, Stéphane Dujarric

De aprobarse el presupuesto de Trump en el Congreso, la ONU sufriría recortes en sus programas de pacificación -es decir en la financiación de misiones de paz- y en algunos de los programas medioambientales destinados a reducir los efectos del cambio climático en el mundo.

El presidente siempre fue muy crítico de la ONU, a la que calificó de "club de gente para reunirse, hablar y pasarla bien". Recientemente, le había pedido a su embajadora ante el organismo que analice cuáles podrían ser los posibles recortes.
Lo mismo hizo el lunes pasado con todos los departamentos de su gobierno. Les ordenó, por decreto, recortar el "despilfarro" de gastos para hacer que el gobierno sea "lo más liviano y eficaz posible". Fuente: Télam
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