"El fenómeno mafioso, que es la expresión de un cultura de la muerte, debe ser contrarrestado y combatido", aún más dado que "se opone radicalmente a la fe", estimó.
En una histórica visita en marzo de 2015 a Nápoles, el Papa condenó a las organizaciones mafiosas "que explotan y corrompen a los jóvenes, los pobres y los desfavorecidos".
Este lunes felicitó el trabajo "difícil y arriesgado" de los que persiguen a las tentaculares organizaciones mafiosas en Italia.
"La sociedad necesita ser saneada de la corrupción, las extorsiones, el tráfico ilícito de estupefacientes y de armas, de la trata de seres humanos, entre los que tantos niños están reducidos a la esclavitud", insistió.
El Papa exhortó a estos especialistas a reforzar su acción contra la trata de migrantes, "los más débiles entre los débiles".
"Cuando huyen de su propio país por la guerra, la violencia y las persecuciones, tienen el derecho de ser recibidos y tener la protección adecuada en los países que se definen como civilizados", dijo.