Todo Brasil despidió en lágrimas y bajo una lluvia torrencial, a los brasileños muertos en la caída del avión del Chapecoense en Colombia, durante un velorio colectivo realizado en el modesto estadio Arena Condá de Chapecó, en el sur del país, que vivió la peor tragedia aérea involucrando a un equipo de fútbol.O momento em que o Indiozinho da @ChapecoenseReal chegou à Arena Condá foi de arrepiar! #ForçaChape pic.twitter.com/P53IFfK5bW
— Esporte Interativo (@Esp_Interativo) 1 de diciembre de 2016
La atención mundial estuvo en esta ciudad agroindustrial de 200.000 habitantes ubicada a 200 kilómetros de la frontera con Argentina donde se reunieron los familiares de las víctimas, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, la sorpresiva presencia del mandatario Michel Temer y hasta un mensaje enviado por el papa Francisco a esta comunidad del país más católico del mundo.
La ceremonia, hecha con todos los honores de Estado, sirvió como una catarsis colectiva para soportar el dolor y dar el adiós a los 64 brasileños de las 71 víctimas fatales de la caída del avión que llevaba al humilde 'Chape' del estado de Santa Catarina a jugar su primera final internacional, de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional de Medellín.
La única alegría en medio del dolor
Entre los aficionados que se acercaron a dar el último adiós a los jugadores, se destacó la presencia de la mascota del club de fútbol, Carlos Miguel, un chico de 5 años de edad quien, acompañado de sus padres ingresó al estadio levantando a las miles de personas en las gradas y esbozando una tierna sonrisa.
Más tarde y acompañado por sus padres, no pudo contener las lágrimas en un llanto que conmovió al estadio. El pequeño, muy querido por toda la afición 'Chape', es conocido como 'Indiozinho' quien solía disfrazarse de indio en todos los cotejos del Chapecoense como la mascota del club.Vídeo: pecado. O lindo indiozinho não se conteve. @RdGaucha pic.twitter.com/j9r3X7hN0W
— Eduardo Matos (@_eduardomatos) 29 de noviembre de 2016
