Los sismos tuvieron epicentro en la zona de Macerata, en las Marcas, no muy lejos de las aldeas arrasadas el pasado 24 de agosto por otro fuerte terremoto, que causó la muerte de unas 300 personas.
Los medios locales dieron cuenta que el fenómeno fue percibido claramente en Roma.
El alcalde de Ussita expresó que la situación es "apocalíptica".
Según la cadena de noticias RAI News, la línea eléctrica en las zonas afectadas quedó interrumpida y numerosas personas salieron a las calles en Pescara, Ancona, Arezzo, donde cundió el pánico.
En Roma, las ventanas y puertas de numerosos edificios fueron sacudidas, por lo que muchas personas abandonaron sus oficinas y domicilios.
El sismo, que se sintió también en Florencia y Nápoles, según los expertos de IIGV, "está conectado con el terremoto del 24 agosto".
"No hay luz. Es probable que algunos derrumbes se hayan verificado. Por ahora no hemos registrado víctimas", aseguró el alcalde de Castel SantAngelo sul Nera, Mauro Falcucci, a la cadena de televisión SkyTg24.
"Estamos todos en la calle, delante de la alcaldía", aseguró el regidor de la población más cercana al epicentro del terremoto.
"Tenemos un problema grave en la Salaria, la mayor carretera de la zona. Estamos verificando la situación, no se excluye su cierre", indicó un portavoz de la Protección Civil.
El primer ministro, Matteo Renzi, quien regresó a Roma de una visita a la región de Campania (sur), anuló su participación en un programa de televisión y está en permanente contacto con los responsables de la Protección Civil.
