El pontífice partirá el lunes 31 de octubre a las 8.20 del aeropuerto de Roma-Fiumicino para aterrizar en la terminal aérea de Malmo a las 11 hora de esa país.
Tras la recepción oficial, el Papa tiene previsto hacer una visita de cortesía a la familia real en Lund, donde también se rezará una oración ecuménica en la catedral luterana.
Luego en la Arena de Malmo, de esa ciudad sueca, tendrá lugar una celebración ecuménica, tras la cual el pontífice se encontrará con las delegaciones de otros credos cristianos.
El martes 1 de noviembre, a las 9.30, Francisco presidirá la misa en Malmo y a su término se trasladará al aeropuerto de esa ciudad, donde tendrá lugar la despedida oficial.
Desde allí, a las 12,45 emprenderá el vuelo de regreso a Roma donde su avión aterrizará a las 15.30 en el aeropuerto de Ciampino.
Opinión sobre Lutero
En su viaje de regreso tras la visita apostólica a Armenia, en junio pasado, Francisco aseguró ante los periodistas que lo acompañaban en el vuelo, que "las intenciones de Martín Lutero no eran equivocadas, era un reformador"."Quizá algunos métodos no eran los adecuados, pero en aquel tiempo, si leemos la historia del Pastor, por ejemplo, -un alemán luterano que después se convirtió cuando vio la realidad de aquel tiempo y se ha hecho católico- vemos que la Iglesia no era realmente un modelo a imitar: había corrupción en la Iglesia, había mundanidad, apego al dinero y al poder. Y por eso él protestó", sostuvo. Además, era inteligente y ha dado un paso adelante justificando el por qué hacía eso", sostuvo.
En esa oportunidad, el Papa recordó que "en Buenos Aires había dos iglesias luteranas, una pensaba de un modo, también en la misma iglesia luterana no hay unidad, pero se respetan, se aman, la diversidad es aquello que tal vez ha hecho tanto mal a todos y hoy buscamos retomar el camino para encontrarse después de 500 años".
"Creo que debemos rezar juntos, rezar. Por esto la oración es importante", aseveró.
