Desde su descubrimiento se tenía más o menos claro que los fragmentos en su interior pertenecían a un feto pero no ha sido hasta ahora que varios científicos han usado microscopía electrónica y rayos X para analizar con detenimiento los restos.
Las conclusiones, publicadas en un paper de acceso libre, revelan que la madre murió poco antes de dar a luz, por causas desconocidas pero que probablemente no tengan que ver con el parto, el feto estaba en los últimos estadios de desarrollo pero todavía no se había dado la vuelta, la posición que adoptan muchos mamíferos antes de nacer.
Gracias al SEM, la microscopía electrónica, han podido incluso apreciar flora bacteriana petrificada, preservada en los tejidos blandos de ambos animales. Es, según los autores del estudio, el fósil más antiguo encontrado con el feto de un mamífero. Una especie de fotografía pétrea increíble de millones de años antes que el hombre siquiera pusiese pie en la Tierra.