Internacionales La fotografía que conmueve al mundo

El mensaje del padre del niño sirio: "Mi mujer y mis dos chicos están muertos"

Abdullah, uno de los sobrevivientes de la tragedia en Turquía, ahora quiere regresar a Siria para enterrar a su mujer e hijos, según contó su hermana. El Gobierno de Canadá le había rechazado un pedido de refugio en junio pasado.
Abdullah, uno de los sobrevivientes de la tragedia.
Foto: Abdullah, uno de los sobrevivientes de la tragedia.
Aylan y Galip Kurdi, de tres y cinco años respectivamente, se subieron junto a sus padres, Rehan y Abdullah, a un bote para cuatro personas junto a otros once pasajeros desesperados por viajar desde Turquía hacia Grecia. Rehan y Abdullah querían que el futuro de esos dos chicos estuviera lejos de la guerra civil y el horror de Estado Islámico en Siria, su país natal, después de intentar refugiarse sin éxito en Canadá. Momentos después, esa embarcación naufragó. De esa familia de cuatro, sólo el padre sobrevivió.
"Mi mujer y dos chicos están muertos", le dijo, pasmado, Abdullah a su cuñada, que comenzó a correr la voz entre la familia de origen kurdo, dispersa en distintas partes del mundo, antes de ver al pequeño Aylan convertido en un símbolo del drama de la crisis migratoria.
Ahora Abdullah sólo desea volver a Kobane, en Siria, para enterrar a su esposa e hijos y ser enterrado junto a ellos, según contó al diario canadiense National Post su hermana Tima Kurdi, que esperaba a la familia en Canadá, y quien recibió las noticias de parte de su cuñada Ghuson Kurdi, la mujer de otro de sus hermanos, Mohammad.
El padre de los pequeños, luego de la tragedia, contó que volverá a Siria: "He recibido una oferta del Gobierno de Canadá. Era una oferta para que yo pueda ir allí. Pero, después de lo ocurrido, no quiero ir. Voy a llevarme los cuerpos primero a Suruç (ciudad turca en la frontera con Siria) y luego a Kobani (ciudad siria cercana). Pasaré el resto de mi vida allí", explicó.
Tima, la tía de los niños, que vive en Canadá hace 20 años, donde ahora trabaja como peluquera en Vancouver, mencionó que Abdullah, Rehan, Aylan y Galip Kurdi habían pedido refugio en Canadá. Sin embargo, la solicitud había sido rechazada en junio pasado, alegando complicaciones en las aplicaciones de refugio que llegaban de los sirios kurdos en Turquía, a quienes la ONU no registra como refugiados y el gobierno turco no les da visa para salir del país.
"Yo quería patrocinarlos, y tengo a mis amigos y a mis vecinos que me ayudaron con los depósitos bancarios, pero no pudimos sacarlos, y por eso se fueron en ese bote. Incluso yo les pagaba el alquiler en Turquía, pero es horrible el modo en que tratan a los sirios allá", dijo Tima.

La noche de la tragedia
Abdullah explicó que la Guardia Costera los detuvo en una primera oportunidad, pero luego los liberó. En una segunda oportunidad, "los organizadores de la migración rompieron su palabra y no nos llevaron al bote que nos iba a cruzar", reveló el padre de Aylan.
"Conseguimos por nuestros propios medios un bote, pero a los 500 metros de la costa el bote comenzó a tomar agua. Nuestros pies ya estaban todos mojados. Nos invadió el pánico. Nos queríamos incorporar y hacer equilibrio, pero era peor. Algunos teníamos salvavidas, pero fue inútil, el bote se hundía. Yo sostenía la mano de mi mujer. Pero mis hijos se resbalaron de mis manos", describió la terrible escena.

Y añadió: "Tratamos de sujetarnos al bote, pero siguió desinflándose. Todos gritaban en la oscuridad de la noche. Esto me impedía escuchar a mis hijos, a mi mujer. Traté de nadar en una dirección siguiendo algunas luces. Cuando me las arreglé para alcanzar tierra firme, no pude encontrar a mi esposa y mis hijos".
Quién era Aylan Kurdi, el niño sirio cuya muerte conmovió al mundo
"Pensé que habían desaparecido. Los que sobrevivimos volvimos a Bodrum. Cuando me llevaron a un hospital me enteré que habían muerto", concluyó Abdullah.

Las imágenes
Ayer, doce personas -presuntamente sirias y entre ellas cinco chicos y una mujer- murieron después del naufragio de dos botes que habían zarpado desde Akyarlar, en la península de Bodrum, Turquía, hacia la isla griega de Kos. En uno de ellos estaba la familia Kurdi.
Las brutales imágenes de un rescatista turco cargando por una playa el cuerpo de Aylan estremecieron al mundo y llevaron a la tapa de los diarios la crisis migratoria por la que miles de personas que escapan de la guerra y la pobreza en la búsqueda de esperanza.
La imagen del cadáver del niño en la playa ha dado la vuelta al mundo y ha conmocionado a Europa, que vive una llegada masiva de migrantes huyendo del hambre y de la guerra en países de Oriente Medio y África. Desde 2011, la guerra en Siria ha dejado más de 240.000 muertos y ha obligado a desplazarse a cerca de cuatro millones de personas.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS