Internacionales Durante un año

Seis personas se asilarán para preparar el primer viaje humano a Marte

Seis voluntarios de diversas nacionalidades se aislarán por completo durante un año en una pequeña cúpula en Hawai para reunir información que podría ser preciosa para la NASA a la hora de preparar el envío de astronautas a Marte.
La cúpula en la que vivirán un año
Foto: La cúpula en la que vivirán un año
Crédito: AFP
El grupo que protagonizará la experiencia de aislamiento más
larga realizada hasta ahora en Estados Unidos incluye a un
astrobiólogo francés, una física alemana y cuatro estadounidenses:
un piloto, un arquitecto, una médica/periodista y una científica
especializada en suelos.
Su espacio de vida para los próximos 12 meses, situado en la
costa norte de la isla Mauna Loa, es una cúpula de 11 metros de
diámetro y seis metros de altura. Las puertas del lugar se
cerraron el viernes a las 15H00 locales (01H00 GMT del sábado).
Cada uno de estos tres hombres y tres mujeres dispondrán de una
pequeña habitación con un espacio para una litera y un escritorio.
Durante su estadía alejados del mundo comerán alimentos
liofilizados y solo saldrán del domo vestidos con un traje
espacial, como si vivieran realmente en Marte. Tendrán acceso
limitado a internet.
Sheyna Gifford, una de las integrantes del grupo, dice que son
"seis personas que quieren cambiar el mundo".
El arquitecto Tristan Bassingthwaighte añade que quiere
experimentar cómo mejorar la capacidad humana "de vivir en
medioambientes extremos, en la Tierra y en otros mundos", según su
perfil de LinkedIn. "Espero aprender muchas cosas", sostuvo.
El francés Cyprien Verseux, de 25 años, prepara por su parte un
doctorado para la universidad de Roma. Su terreno de
especialización lo llevará a estudiar cómo volver lo más
independiente posible de la Tierra un puesto de avanzada en Marte,
utilizando organismos vivos para transformar las materias primas
encontradas en ese planeta en productos que puedan ser consumidos
por seres humanos.
- Conflictos personales -
Los astronautas que quieran intentar el viaje a Marte deberán
pasar mucho más tiempo en el espacio que las habituales misiones
de seis meses en la Estación Espacial Internacional (ISS).
La tecnología actual permite a la Nasa enviar misiones
robotizadas a Marte, en un viaje de ocho meses, pero una misión
con humanos duraría en total entre uno y tres años.
Vivir un periodo tan largo en un espacio confinado, sin acceso
al aire libre o a un mínimo de intimidad, es la mejor manera de
que se desaten conflictos.
La agencia espacial estadounidense (NASA) quiere así intentar
aprender lo más posible sobre la cohesión y la evolución
psicológica de los miembros de este tipo de misiones aisladas,
antes de intentar enviar astronautas al planeta rojo, lo que
espera hacer en la década de 2030.
Ya se han realizado dos experiencias de aislamiento de cuatro y
ocho meses. La NASA gastó 1,2 millones de dólares en estas
simulaciones y acaba de recibir un financiamiento de un millón
adicional para tres nuevas experiencias en los próximos años,
según la principal científica de este programa, Kim Binsted.
"Es realmente poco caro para investigación espacial", explicó a
la AFP desde Hawai. "Es irrisorio en relación al costo de una
misión espacial que termine mal".
Durante la misión de ocho meses estallaron conflictos pero los
miembros de la tripulación pudieron solucionar sus problemas.
"Una de las lecciones que aprendimos es que no puedes evitar
ciertos conflictos personales. Esto pasará forzosamente durante
estas misiones de larga duración, incluso con las personas más
amables", explicó Binsted.
Los primeros resultados científicos de estas misiones deben ser
difundidos antes de un año.
Jocelyn Dunn, que participó de la misión de aislamiento de ocho
meses, explicó que apreciaba las bromas internas entre los
miembros de la tripulación o las sesiones colectivas de deporte
diario. También aprendió a cocinar platos, como bagels o pizzas,
con los ingredientes que tenía a mano.
Al final de la misión a inicios de junio, describió su alegría
de volver "a la Tierra", de poder comer vegetales frescos,
utilizar un cuchillo para cortar la carne, nadar, beber soda o
champán. "No podía creer cómo extrañaba los sabores y la textura
de un churrasco jugoso".
AFP-NA.
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