El dato estimado de muertos y desaparecidos es de unos 2.500.
El total de 300.000 podría constituir un récord, añadió. De éstos, unos 200.000 llegaron a Grecia y 110.000 a Italia.
La portavoz de ACNUR, Melissa Fleming, ha explicado en una reunión con la prensa, celebrada en Ginebra, que durante 2015 unas 2.500 personas perdieron la vida intentando llegar a Europa, cifra que no incluye a las víctimas de la tragedia ocurrida ayer en Libia. El año pasado 3.500 migrantes murieron o desaparecieron en el mar Mediterráneo.
Fleming ha afirmado que «a pesar de los esfuerzos desplegados por las autoridades de la Unión Europea (UE), en diferentes operaciones de salvamento que han permitido salvar a decenas de miles de vidas humanas en lo que va da año, el mar Mediterráneo continúa siendo el camino más mortífero para migrantes y refugiados».
Respecto al hallazgo en Austria de decenas de migrantes muertos en un camión, la portavoz ha declarado que «esta tragedia pone en evidencia el negocio que hacen los traficantesde personas transportando a los migrantes desde el Mediterráneo hasta las autopistas centroeuropeas sin preocuparse por su seguridad y buscando sólo un beneficio económico».
Por otra parte en Hungría, durante esta semana, los guardias fronterizos han interceptado a más de 2.000 migrantes ilegales diarios cruzando la frontera con Serbia. El miércoles pasado esta cifra aumentó hasta 3.241 personas entre las que se hallaban 700 niños, el mayor número registrado en un solo día en lo que va de año, ha detallado la representante de ACNUR.
De acuerdo con cifras oficiales, más de 140.000 migrantes han pedido asilo en Hungría, en lo que va de año, frente a 42.000 solicitudes en 2014. La mayoría son sirios, afganos, iraquíes y paquistaníes. En esta cifra se incluyen a 7.000 niños que viajan solos o que han sido separados de sus padres durante el trayecto.
