"Lo que están haciendo con Grecia tiene un nombre: terrorismo", afirmó. Según el ministro heleno, "todo esto lo tenían preparado desde el principio, (...) ya hace cinco meses existía un plan para acabar con un gobierno que no aceptaba dejarse chantajear por el 'establishment' europeo".
Después de meses de negociaciones y cuando todo hacía apuntar a un posible acuerdo, hace una semana el gobierno griego rompió las negociaciones y convocó para este domingo un referéndum sobre la última propuesta de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tras ello, el BCE mantuvo, pero no aumentó los créditos de emergencia a través de los que suministra liquidez a los bancos griegos. El gobierno decretó entonces el cierre de los bancos durante una semana e impuso un límite máximo de 60 euros diarios que los ciudadanos pueden retirar desde entonces en los cajeros automáticos, para evitar una fuga de capitales.
El martes Atenas incumplió el pago de 1.600 millones de euros que debía devolver hasta esa fecha al FMI. Ese mismo día expiró el segundo plan de rescate europeo a Grecia.
"Sea cual sea el resultado del referéndum, el lunes habrá un acuerdo", vaticinó Varoufakis, cuyo gobierno ha pedido a los ciudadanos que voten "no" a las propuestas de los acreedores.
"Lo que ocurre es que si gana el 'sí' en el referéndum tendremos un acuerdo no ya malo, sino absolutamente nefasto (...) Ese acuerdo (...) sencillamente impediría crear las condiciones de esperanza y estabilidad que esta economía necesita para empezar a levantar cabeza", agregó.
El titular de las Finanzas griegas cree que si gana el "no", el primer ministro Alexis Tsipras "contará con armas para conseguir negociar un acuerdo mejor". "No lograremos un acuerdo fantástico, para nada, pero conseguiremos que no sea tan malo como el que ahora nos propone".
Varoufakis aseguró además que, pase lo que pase, el martes reabrirán los bancos y advirtió que si gana el "sí" dimitirá como ministro en el mismo momento en que se haga oficial conocer el resultado. "Como ya he dicho, prefiero cortarme un brazo antes de firmar un acuerdo que sé que no es viable".
Según las encuestas de opinión, los griegos están muy divididos respecto a la votación.