Además, unas 40.000 personas fueron tratadas en los hospitales de Karachi por golpes de calor y cientos de ellas continúan hospitalizadas, indicó el diario paquistaní Dawn.
La mayoría de los fallecidos son personas de más de 60 años y trabajadores que realizaban sus tareas al aire libre.
El Ejército paquistaní estableció 29 centros en Karachi, una ciudad de cerca de 20 millones de habitantes, y otras zonas de Sindh para atender a los afectados por el calor, mientras que la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres ubicó tanques de agua en la ciudad.
Después de soportar temperaturas máximas de 45 grados durante el fin de semana, los termómetros bajaron hoy hasta los 36, aunque el clima permanece húmedo.
Esta ola de calor en Pakistán coincidió con el inicio del ramadán, la festividad más sagrada para los musulmanes que establece el ayuno de alimentos y bebidas durante un mes.
El Comité Central del Ruet-e-Hilal de Karachi, organismo religioso que determina las fechas del ramadán, emitió ayer una fetua -respuesta que da un muftí musulmán a una consulta jurídica- en la que permite la ruptura del ayuno debido a la ola de calor.
