Emma pudo contar su historia al Papa: "Yo camino sola, rezando, con un carrito donde guardo el pan y el agua. Pero en el camino me encuentro con tantas personas maravillosas que optan por caminar un tramo de la ruta conmigo".
El Papa le dio bendiciones por su accionar. Asimismo le dijo "no deje de rezar y pedir por los jóvenes, las familias y los enfermos".
Emma Morosini es italiana y tiene 91 años. En marzo de este año llegó hasta la basílica de Nuestra Señora de Luján luego de recorrer más de 1.200 kilómetros a pie, para pedirle a la Patrona de la Argentina por la juventud y la paz en el mundo.