Internacionales Levantamiento separatista

Duros combates en Ucrania dejan al menos 20 muertos

El enfrentamiento entre la milicia ucraniana, grupos paramilitares y separatistas prorrusos ocurrió en medio del diálogo entre Kiev, Moscú y rebeldes. Hay siete civiles y trece militares entre las víctimas.
Después de fracasar un nuevo intento de negociación en Minsk, el Ejército, paramilitares y los rebeldes ucranianos volvieron hoy a enfrentarse en duros combates en las provincias de Donetsk y Lugansk, en donde desde hace casi diez meses el gobierno nacional intenta sofocar un levantamiento separatista pro ruso.

El vocero del Servicio de Seguridad y Defensa Nacional, Vladímir Polevoi, informó que al menos 13 militares fallecieron y otros 20 resultaron heridos en combates el este del país mientras que el Ministro del Interior en Kiev agregó que al menos siete civiles murieron por ataques contra zonas residenciales.

Actualmente los combates se concentran en el pueblo de Debaltseve, una localidad casi equidistante entre la ciudad de Donetsk y la de Lugansk, los dos principales bastiones rebeldes, en donde un grupo de milicias tomó las sedes de los gobiernos provinciales casi sin disparar un tiro en abril pasado.

Polevoi reconoció en conferencia de prensa que los rebeldes lograron tomar el pueblo cercano de Vuhlehirsk, pero dijo que aún no lograron unificar la ruta que une las dos capitales de la región, según informó la agencia de noticias EFE.

Todo indica que Debaltseve se convertirá en el nuevo epicentro de la guerra civil que vive el país.

Cientos de civiles comenzaron a escapar del pueblo por miedo a quedar atrapados como sucedió con otros pueblos y ciudades, que quedaron en el ojo del conflicto a lo largo del último año y terminaron completamente destruidos.

Según contaron algunos de los desplazados a medios internacionales, el pueblo está bajo constante ataque y no está claro quién es el que dispara.

Mientras el Ejército sostiene que son sus tropas las que enfrentan a los milicianos rebeldes pro rusos, los desplazados sostienen que la Guardia Nacional, una suerte de grupo paramilitar creado por Kiev ante el alto número de soldados desertores en el este del país.

El recrudecimiento del conflicto armado en el terreno se vio reflejado ayer en la mesa de negociación en Minsk, la capital bielorrusa, en donde hace meses que Kiev, los rebeldes, Moscú y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se reúnen esporádicamente para intentar encontrar una resolución pacífica a la crisis ucraniana.

Pese a la fuerte presión internacional, el gobierno ucraniano y los separatistas no lograron llegar a un acuerdo sobre cómo mantener el cese de fuego y avanzar sobre un plan de paz.
La OSCE responsabilizó a los rebeldes ucranianos por el fracaso del diálogo en un comunicado difundido hoy y reproducido por EFE.

"No estuvieron ni siquiera preparados para discutir la implementación de un cese al fuego y un repliegue del armamento pesado", sentenció la organización.

La primera tregua se firmó en Minsk en septiembre pasado, sin embargo, desde el primer momento ambos bandos se acusaron mutuamente de violar el alto el fuego.
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