Internacionales “Hoy les pongo alas a los cerdos”, había escrito el asesino

Vuelve el temor por la tensión racial en Estados Unidos tras el asesinato de policías

El estupor y la rabia se apropiaron de Nueva York, después de que un hombre asesinara a dos policías en aparente venganza por las muertes de dos negros, que provocaron numerosas protestas en Estados Unidos en las últimas semanas.
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Foto: AFP/NA
"Hoy les pongo alas a los cerdos. Ellos se llevan a 1 de nosotros... Vamos a llevarnos 2 de ellos", escribió anteayer el asesino en Instagram junto a la foto de un arma plateada. "#ShootThePolice #RIPErivGardner #RIPMikeBrown", agregó, refiriéndose a Eric Garner, un negro que murió durante un violento arresto en julio en Nueva York, y el adolescente Mike Brown, muerto a manos de un policía en Ferguson, Missouri, en agosto.
El atacante, Ismaaiyl Brinsley, de 28 años, presunto miembro de la banda Black Guerilla Family y con antecedentes policiales, se acercó anteayer por la tarde caminando a un patrullero estacionado fuera de un proyecto residencial en la sección Bedford-Stuyvesant de Brooklyn.
Los oficiales Rafael Ramos, de 40 años, y Wenjian Liu, de 32 años, "fueron lisa y llanamente asesinados, atacados debido a sus uniformes", dijo el comisionado del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York, William Bratton.
Bratton indicó que el atacante disparó a sangre fría con un arma plateada semiautomática a través de la ventanilla del lado del pasajero y alcanzó a ambos policías en la cabeza antes de que pudieran responder. El hombre huyó luego a la carrera, seguido por otros policías. Finalmente, al quedar sin escapatoria, se quitó la vida en una estación del subte.
El sorpresivo doble asesinato conmocionó a la ciudad y provocó incluso la reacción del presidente Barack Obama, que desde su sitio de vacaciones en Hawai escribió: "Dos hombres valientes no volverán a casa con sus seres queridos esta noche".
El raid sangriento del asesino comenzó por la mañana del sábado, cuando hirió de bala a su novia en Baltimore, antes de realizar el viaje de 300 kilómetros hasta Nueva York.
La policía del condado de Baltimore indicó en un comunicado de prensa que sus oficiales se habían enterado de la amenaza publicada por Brinsley en Instagram y que unos 30 minutos antes del tiroteo se habían contactado con el Departamento de Policía de Nueva York por teléfono, además de enviar por fax una foto de Brinsley. Pero las advertencias no llegaron a tiempo para impedir el ataque.
Este primer tiroteo fatal contra oficiales de policía de Nueva York desde 2011 tuvo lugar tras semanas de manifestaciones violentas en Estados Unidos debido a dos incidentes en que policías blancos dispararon y mataron a hombres negros desarmados.
En julio, un policía del distrito de Staten Island en Nueva York mató por asfixia a Eric Garner, padre de seis hijos, mientras intentaba arrestarlo por vender cigarrillos de manera ilegal. Un mes más tarde, un policía blanco en Ferguson, un suburbio de St. Louis, Missouri, mató a tiros a Michael Brown, de 18 años, tras una discusión que comenzó cuando Brown caminaba en medio de la calle de un barrio residencial tras, supuestamente, haber robado una caja de cigarrillos en un local comercial.
En ambos casos, el jurado que examinó las muertes concluyó que los oficiales involucrados no habían violado las leyes. Pero la decisión de no presentar cargos contra los oficiales desató a la ira de muchos ciudadanos, que salieron a protestar a las calles.
Los enfrentamientos también dejaron al descubierto el rencor entre algunos policías de Nueva York hacia el alcalde Bill De Blasio, pues consideran que no los ha respaldado ante la ira del público.
Varios oficiales dieron la espalda a De Blasio cuando llegó anteanoche al hospital de Brooklyn adonde fueron llevados los dos policías tras el tiroteo, según mostraron imágenes de video.
Decenas de policías de uniforme formaron en tres filas ante la entrada del hospital, en una línea que llegaba hasta la calle. Los agentes levantaron la mano en saludo silencioso de homenaje a sus compañeros al paso de las dos ambulancias que transportaban los cuerpos de los agentes. El alcalde ordenó que las banderas ondeasen a media asta.
El pastor y líder negro Al Sharpton dijo que la familia de Eric Garner no tenía vínculo alguno con el atacante y reprobaba cualquier acción violenta. "Nosotros hemos manifestado en cada mitin y marcha que cualquiera que se involucre en actos de violencia es un enemigo de la búsqueda de justicia para Eric Garner y Michael Brown'', dijo Sharpton.
De la misma forma, la familia de Brown condenó la violencia en un comunicado subido a Internet por su abogado.
"Rechazamos cualquier clase de violencia dirigida contra los miembros de las fuerzas de la ley. No puede tolerarse. Debemos trabajar juntos para llevar la paz a nuestras comunidades'', dijo la familia.
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