"Todo el mundo está contento. Este es un día histórico. Cuba y Estados Unidos son países vecinos, no hay porqué llevarse mal", resumió Gutiérrez, de 28 años y siete meses de embarazo.
La mujer, que es también una ferviente cristiana, mostró su alegría porque el hijo que espera "no tendrá que vivir bajo el ambiente de tensión que ha caracterizado las relaciones entre Cuba y Estados Unidos durante los últimos 50 años".
"Si las cosas van a mejorar más rápido o más despacio, eso sólo lo sabe Dios, pero esto es un primer gran paso", apuntó esta empleada del Banco Metropolitano de La Habana.
La normalización de los nexos entre Cuba y Estados Unidos, sin relaciones diplomáticas desde 1961, fue anunciada hoy. simultáneamente en La Habana y en Washington por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, respectivamente.
Muchos cubanos conocieron el anuncio en sus centros de trabajo, donde se organizaron actos para dar a conocer la noticia; otros se enteraron en plena calle, pues rápidamente se convirtió en el centro de corrillos.
Al cocinero Ernesto Pérez, de 52 años, que trabaja en una de las cafeterías de La Habana Vieja, se le "erizó todo el cuerpo" cuando leyó el anuncio en su teléfono móvil, pues está suscrito al servicio de noticias del portal Cubadebate.
"Es una noticia muy importante, que nos cambiará la vida a todos. Pienso que todo va a cambiar, muchas cosas pueden cambiar y para bien", dijo Pérez, subrayando que "esto debía haber sucedido hace mucho tiempo".
Al igual que el cocinero, el estudiante de preuniversitario Marlon Torres, de 16 años, espera que la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos beneficie "sobre todo" a la isla "económicamente".
"Esto podría abrir muchas puertas, sobre todo en materia de comercio entre los dos países, que son vecinos muy cercanos", dijo Torres, que es parte de los 7,7 millones de cubanos -en una población de 11,1 millones- que ha vivido toda su vida bajo el embargo que Washington impuso a la isla en 1962.