La polémica estalló con la publicación el viernes de una entrevista de Foreign Affairs Latinoamérica en la que Mujica calificó de "terrible" la situación de México, y aseguró que desde lejos parece que el país fuese "una especie de Estado fallido, que los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos".
"Es muy doloroso lo de México. Yo apelo a que México reaccione en su ética y en su moral", agregó.
Mujica, quien concluye su mandato en marzo de 2015, sostuvo que la desaparición de los jóvenes se debe a la corrupción, instalada como una "tácita costumbre social" y que México está obligado a aclarar el caso "caiga quien caiga, le duela a quien le duela y tenga la consecuencia que tenga".
Peña Nieto sumó así un problema diplomático a la indignación popular por la desaparición de los estudiantes en Guerrero -y su presunta masacre- y a las denuncias de corrupción contra la primera dama.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México manifestó ayer un "sorpresa y rechazo categórico" a las declaraciones de Mujica y citó al embajador de Uruguay en México, Jorge Alberto Delgado, para que diera explicaciones.
En respuesta a Mujica en un comunicado, las autoridades mexicanas reafirmaron además su "compromiso de continuar las investigaciones con claridad, transparencia y responsabilidad".
Rectificación
Anoche, poco después de la medianoche, el mandatario uruguayo rectificó su declaración en una nota difundida por su despacho, en la que ofreció a México "apoyarle en todo lo que pueda facilitar el enfrentamiento de este difícil momento".
"Las crudas noticias que nos llegan sobre las consecuencias del narcotráfico en países como Guatemala, Honduras y ahora México, nos gritan una verdadera lección de dolor", dijo el mandatario, al subrayar que "no son, ni serán, estas naciones, estados inocuos o fallidos".
Mujica expresó su "solidaridad con México, su sistema político y su gobierno", y manifestó "confianza en el capital político que reside en sus partidos y sus instituciones democráticas".
"Medimos la dimensión del enemigo que México enfrenta, pero creemos en las reservas éticas y en el compromiso tácito de todos los que se sienten orgullosamente mexicanos, y confiamos en su fuerza para enfrentarlas y vencerlas", concluye el comunicado.
Peña Nieto, también en problemas con Chile
El caso de la desaparición hace dos meses de los estudiantes en Iguala, en el estado sureño de Guerrero, por orden de un alcalde y a manos de policías coludidos con narcotraficantes, tiene a Peña Nieto en su peor crisis desde que asumió el poder en 2012, con protestas en México y presiones de la comunidad internacional.
Además de los roces con Uruguay, otro foco de fricción se abrió con Chile por la detención del chileno Laurence Maxwell durante una multitundinaria protesta en la capital mexicana el pasado jueves, que acabó en un enfrentamiento entre enfurecidos manifestantes y antimotines frente al Palacio Nacional.
Encabezadas por los padres de Maxwell, medio centenar de personas protestaron pacíficamente ayer en las puertas de la embajada de México en Santiago para denunciar "irregularidades" en el proceso en que fue acusado de homicidio en grado de tentativa, asociación delictuosa y motín, junto con otras 10 detenidos en la protesta.
"Está clarísimo que nuestro hijo no tuvo ninguna participación en ningún hecho violento, o sea que nos hace pensar que detrás de esto hay gato encerrado", declaró Alberto Maxwell, padre de Laurence.
La embajada de México en Chile reaccionó asegurando que "desde el primer momento de la detención, las autoridades consulares chilenas fueron debidamente notificadas" y que los detenidos "gozan de todas las garantías que la ley mexicana otorga".
El caso de los estudiantes ha salpicado a los partidos de todo el espectro político, al desnudar los profundos e históricos problemas de corrupción, violencia e impunidad que persisten en México.