Internacionales Presión internacional sin resultados

Nuevos bombardeos causan en Gaza más víctimas, que llegan a 1.104

Diecisiete personas murieron este martes de madrugada en ataques israelíes contra la Franja de Gaza, según informaron los servicios de auxilio, lo que lleva a 1.104 los palestinos muertos desde el comienzo de la ofensiva militar.
"Siete personas, entre las cuales cinco mujeres y un niño,
murieron en un bombardeo que destruyó un edificio de tres pisos en
Rafah (sur de Gaza)", había indicado Ashraf al Qudra, portavoz de
los servicios de auxilio en Gaza.
Más tarde, el propio responsable señalaría que "seis personas
murieron, de las cuales tres eran niños y dos mujeres, y más de
quince reultaron heridas" en un ataque de artillería contra el
campo de refugiados de Bureij, en el centro de Gaza.
En lo que va de la jornada, al menos 8 mujeres y 4 niños
perdieron la vida.
Con estas diecisiete víctimas fatales al comienzo del 21º día
de ofensiva israelí, el número de palestinos muertos alcanza a
1.104 desde desde el 8 de julio, cuando se lanzó la campaña
militar contra el enclave.
Los bombardeos se intensificaron el lunes de noche sobre la
ciudad de Gaza, donde el ejército israelí lanzó varios ataques
contra el barrio de la Universidad Islámica, constataron
periodistas de la AFP.
Hacia las 19H15 (16H15 GMT), Israel había demandado a la
población civil de zonas cercanas a la ciudad de Gaza que las
evacuaran "inmediatamente", lo que permitió presagiar estos
ataques.
Además, la aviación israelí bombardeó la casa de Ismail
Haniyeh, el más alto dirigente de Hamas en Gaza, que se encuentra
en el campo de refugiados de Chati (noroeste de Gaza), según
informó su hijo.
Israel también ha registrado bajas. Cuatro soldados, todos
tanquistas, murieron el lunes cuando un obús de mortero cayó sobre
la frontera con el enclave palestino. Este ataque fue reivindicado
por Hamas.
Un quinto militar cayó en combate en Gaza, más temprano en la
misma jornada.
Hasta ahora, 48 soldados israelíes han muerto desde el comienzo
de la ofensiva contra Gaza, el balance más alto desde la guerra
contra el Hezbolá libanés de 2006.
Tres civiles israelíes han resultado muertos por disparos de
cohetes u obús.

Lunes sangriento


Israel y el movimiento islamista Hamas habían reanudado sus
combates el lunes, con decenas de muertos -entre ellos varios
niños y mujeres y cinco soldados israelíes- lo que hace añicos las
esperanzas de un cese el fuego.
El primer ministro Benjamin Netanyahu pidió a los israelíes que
se preparen para una campaña militar "prolongada", antes de
bombardeos que costaron la vida a diez palestinos, entre ellos
tres niños, el mismo día en que terminaba el ramadán musulmán, el
Eid el Fitr.
Unas horas antes, el lunes, un misil segó la vida de diez
personas, entre ellas ocho niños, e hirió a por lo menos 46 en el
campo de refugiados de Shati, en Gaza, según fuentes médicas
palestinas.
Éstas y testigos presenciales atribuyeron la matanza de Shati a
un misil israelí, aunque el ejército hebreo aseguró que se trataba
de un disparo fallido de Hamas.
"Un (caza-bombardero) F16 lanzó cinco cohetes hacia una calle
en el campo de Shati donde había niños jugando, matando a algunos
de ellos e hiriendo a muchos más", dijo un testigo a la AFP.
En el hospital de Shifa, un corresponsal de la AFP vio los
cuerpos de al menos siete niños y a muchos otros, ensangrentados,
transportados en camillas directamente hasta la morgue.
"No hemos tirado contra el hospital ni contra el campo de
refugiados de Shati", declaró a la AFP el comandante israelí Arye
Shalicar.
"Sabemos que Hamas estaba disparando desde ambas áreas y que
los misiles cayeron en esos lugares", agregó.
Además, el ejército israelí aseguró haber abatido a cinco
comandos palestinos en un enfrentamiento en el sur del país,
aunque el movimiento islamista negó haber sufrido cualquier baja y
aseguró haber ultimado a diez soldados del "enemigo sionista".


Estos incidentes sangrientos se produjeron después de una breve
tregua tácita coincidente con las festividades musulmanas del fin
del ramadán.
La comunidad internacional trató de presionar para que se
prolongara, pero sus llamamientos resultaron vanos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, reclamó el domingo
en una conversación telefónica con Netanyahu "un inmediato e
incondicional alto el fuego humanitario", indicó la Casa Blanca.
Muchos analistas consideran este llamado como un "ultimátum"
Y el Consejo de Seguridad de la ONU expresó también su "fuerte
apoyo [...]a un alto el fuego humanitario, inmediato y sin
condiciones, que permita suministrar una ayuda indispensable y
urgente" al enclave palestino.
"En nombre de la Humanidad, la violencia debe detenerse", dijo
el secretario general, Ban Ki-moon.
Netanyahu replicó que ese llamado "no responde a las exigencias
de seguridad de Israel".
Por su parte, la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, calificó
el lunes de "masacre" y un acto "desproporcionado" la ofensiva de
Israel en Gaza.
"Lo que está ocurriendo en Gaza es algo peligroso. No creo que
sea genocidio, pero creo que es masacre (...) Está ocurriendo una
acción desproporcionada", dijo la presidenta en un foro organizado
por el diario Folha de Sao Paulo.
La atención se centraba el lunes en las gestiones que el
presidente palestino, Mahmud Abas, se disponía a emprender en El
Cairo con una delegación de su movimiento Fatah, de Hamas y del
Yihad Islámico, para discutir sobre un alto el fuego, anunció a la
AFP un alto responsable palestino en Ramalá (Cisjordania).
"Abas formará una delegación palestina que incluirá a
representantes de Hamas y de Yihad Islámica, que viajará a Egipto
para reunirse con los dirigentes egipcios y discutir el cese de la
agresión israelí contra Gaza", dijo el responsable, sin otras
precisiones.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el
lunes que los esfuerzos internacionales para alcanzar una tregua
deben conducir al desarme de Hamas.
AFP-NA
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