Un equipo de la Oficina de Investigaciones y de Análisis (BEA) francesa llegó el sábado por la noche al lugar de la catástrofe para iniciar su delicada tarea.
"Su trabajo técnico consiste en recabar un máximo de
informaciones" sobre el avión y el accidente, lo cual debería
tardar "unos días", según Rémi Jouty, director de la BEA.
Luego, los investigadores se concentrarán en la "explotación de
las grabaciones y la recogida de otros datos, de control aéreo,
los datos meteorológicos" entre otros, indicó Jouty, quien estimó
que era "demasiado pronto para elaborar cualquier hipótesis" sobre
las causas del accidente.
Francia también envió a la zona el sábado a una veintena de
gendarmes y de policías.
La segunda caja negra del avión, recuperada el sábado por
expertos de la misión de la ONU en Malí (MINUSMA) en el lugar de
la catástrofe en la zona de Gossi, llegó el misma día a Gao, la
mayor ciudad del norte del país, indicó el domingo a la AFP la
portavoz de la MINUSMA, Radia Achouri.
Geo se encuentra a unos 100 km al noreste de Gossi.
Militares franceses recuperaron la primera de los dos cajas
negras -que graban los parámetros de vuelo y las conversaciones en
cabina- el viernes y se la llevaron a Gao, donde se encuentra "el
centro de gestión táctico de las operaciones" sobre el accidente,
en el que colaboran Francia, Malí y la MINUSMA.
Francia está desplegada militarmente desde enero de 2013 en
Malí, donde cuenta con "unos 1.600 hombres" comprometidos en "una
misión de lucha contra los grupos armados terroristas al tiempo
que apoyan" a las fuerzas malíes y de la MINUSMA, según el
ministerio francés de Defensa.
El avión de Air Algérie, un McDonnell Douglas MD-83 alquilado a
la española SwiftAir, despegó de Uagadugú con destino Argel la
noche del miércoles al jueves y se estrelló 50 minutos después de
despegar.
Ninguna de las 118 personas a bordo -112 pasajeros (54
franceses, 23 burkineses, ocho libaneses, seis argelinos y
ciudadanos de otros países) y de los seis tripulantes españoles
sobrevivió.
El presidente francés, François Hollande, que el sábado se
reunió con los familiares en París, indicó que los cuerpos de las
118 víctimas serán repatriadas a Francia y que se alzará un
monumento a la víctimas en el lugar de la tragedia.
