Internacionales Franja de Gaza

"Israel está atacando hospitales y ambulancias y ya ni la Cruz Roja quiere trabajar en Gaza"

Así lo relató entre indignada y desesperada la venezolana Valeria Cortés, brigadista de la humanitaria Asociación Unadikum que colabora como "escudo humano" con el pueblo palestino.
En diálogo telefónico con Télam, durante el que podía escucharse el ruido de los bombardeos, la cooperante venezolana relató que la tarea primaria, por la que periódicamente envían informes de campo a todo el mundo, se vio trastocada y ahora debe colaborar con labores de ayuda y salvataje.

"La Cruz Roja Internacional ya no está porque dice que es un lugar muy peligroso. Es como si un bombero no ataca las llamas por miedo a quemarse. Y en todo caso, si es un peligro, que denuncien a Israel por lo que está haciendo", explica.

Cortés está en la ciudad de Gaza, adonde llegó en abril, y desde el horror que se vive allí prosigue: "Acá siempre hay matanzas, pero ahora sale en todos lados porque son montañas de cadáveres. Para que se den una idea, son más de 7.000 las casas que derrumbaron los bombardeos israelíes".

La cooperante denuncia que "Israel deja que los niños y mujeres agonicen en las calles. Igual que la ONU, que simplemente habla de un cese de fuego como si fuese una lucha de igual a igual".

La situación en la Franja de Gaza siempre distó de ser buena, pero desde que comenzó la operación israelí "Filo Protector" la vida cotidiana, más allá de las muertes, se transformó en irrespirable.

"Esto es un campo de concentración, no se puede entrar ni salir porque no lo permiten Israel o Egipto. No tenemos luz porque por tercera vez bombardearon la central eléctrica y apenas hay agua potable", revela Cortés.

Y explica que sólo el 5% del agua en Gaza es dulce "porque Israel se quedó con los acuíferos". El resto -que se usa para lavar o bañarse- es salada porque es de mar.

La conversación telefónica se interrumpe por un par de minutos. Cortés retoma con una disculpa: "Hoy atacaron con bombas de F16 el único hospital de rehabilitación para parapléjicos que hay en Gaza y causaron un desastre. Acá ya están saturados todos los sitios y no teníamos dónde llevarlos".

"Como no podemos estar quietos en un mismo lugar -explica- nos manejamos en una ambulancia recorriendo los sitios donde puedan necesitar ayuda y ahora tenemos que salir otra vez".

¿Cómo se arreglaron?, fue la pregunta. "En medio de la oscuridad y con médicos y enfermeros que no hablaban inglés, tuvimos que trasladar a los internados a diferentes sitios que por supuesto no están preparados".

Y finaliza la entrevista con un lacónico: "recorrer Gaza en ambulancia es sumamente peligroso porque son atacadas por igual. Lo que está haciendo Israel es un crimen de lesa humanidad".
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