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Ucrania lanzó una ofensiva contra los separatistas y recuperó un aeródromo

Fuerzas ucranianas recuperaron el control de un aeródromo que había sido tomado por milicianos, en la primera acción militar contra un levantamiento separatista prorruso en el este del país, anunció el presidente interino de Ucrania.
Rusia, que no reconoce a las nuevas autoridades de Kiev, respondió a la ofensiva advirtiendo que Ucrania está "al borde de la guerra civil" y pidiendo a la ONU que condene el operativo, pero Estados Unidos dijo que el gobierno ucraniano enfrentaba una situación "insostenible" y que su accionar fue "mesurado".

El envío de 20 vehículos blindados, varios aviones y helicópteros a la ciudad de Slaviansk fue la reacción más enérgica emprendida hasta ahora por las autoridades de Ucrania desde que milicianos prorrusos tomaran varios edificios de gobierno en al menos nueve localidades en el este del país, de mayoría rusoparlante.

El Ejército ucraniano levantó una barrera de cemento y comenzó a registrar todo el tráfico hacia y desde Slaviansk, una ciudad industrial pero económicamente muy golpeada de 100.000 habitantes, que está bajo control de separatistas armados desde el sábado.

La ofensiva en Slaviansk, en la provincia suroriental de Donetsk, llegó luego de que el presidente Alexander Turchinov anunciara el inicio de una operación "antiterrorista" en el este del país durante una intervención en el Parlamento.

Horas más tarde, al caer la noche, el presidente volvió a presentarse en el Parlamento y anunció la captura del aeródromo de Kramatorsk, una localidad ubicada al sur de Slaviansk.

"Fuerzas especiales liberaron el aeródromo de terroristas", afirmó Turchinov, citado por la agencia de noticias EFE.

Un vocero del Ministerio de Defensa dijo a la agencia de noticias ucraniana UNN que en la ofensiva hubo "muertos" en el operativo en Kramatorsk , pero no dio precisiones.

La TV estatal rusa informó de entre cuatro y 11 muertos entre los sublevados, que reclaman mayor autonomía y lazos más estrechos con Rusia, pero la información tampoco fue confirmada oficialmente.

En Moscú, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, advirtió que "Ucrania está al borde de la guerra civil" y urgió a las autoridades "de facto" del país a "no permitir esa clase de cataclismos".

Por su parte, el presidente Vladimir Putin llamó a la ONU a condenar las acciones de Kiev en el este de Ucrania, informó el Kremlin.

La Casa Blanca, en cambio, defendió la "contención" mostrada por el Ejército de Ucrania en una situación "volátil y peligrosa", país, y señaló que "no contempla asistencia letal" a Kiev.

"Admiramos la contención que el gobierno de Ucrania ha mostrado (...) para tratar de calmar la situación en el este del país y subrayamos el mesurado enfoque mostrado por las fuerzas de seguridad de Ucrania hasta ahora", afirmó Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca en su rueda de prensa diaria.

Residentes de Slaviansk dijeron al canal ICTV de Kiev que los prorrusos, que controlan las sedes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y del ministerio del Interior en la ciudad, levantaron barricadas en las inmediaciones de esos edificios.

Además, instalaron siete puestos de control en diferentes puntos de la ciudad y bloquearon los accesos por ruta para obstaculizar la entrada del ejército.

El gobierno ucraniano había dado plazo hasta ayer a la mañana para que los activistas depongan las armas y desalojen los edificios administrativos que mantienen ocupados, dándoles garantías de que no serían perseguidos judicialmente si acataban el requerimiento de las autoridades.

Por su parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, advirtió hoy a Kiev que no utilice la fuerza para sofocar las protestas, ya que eso "minará" el diálogo previsto en Ginebra.

"Uno no puede enviar tanques y a la vez mantener charlas. El uso de la fuerza sabotearía cualquier oportunidad ofrecida por las negociaciones de Ginebra", dijo el canciller ruso dos días antes de la reunión a cuatro bandas (Unión Europea, Estados Unidos, Ucrania y Rusia) sobre la crisis ucraniana.

Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso anunció hoy la suspensión de la devolución del armamento que Ucrania tenía en la península de Crimea, anexada a Moscú el 21 de marzo, para que Kiev no lo utilice contra la población rusa del país.

El viceministro ruso de Defensa Anatoli Antonov justificó esta decisión en los compromisos internacionales que impiden a Rusia suministrar armamento a lugares de conflicto, como es el caso de las regiones surorientales de Ucrania, según Moscú.

En tanto, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos Navi Pillay reclamó a las autoridades de Crimea que "desarmen y desmantelen" las unidades paramilitares desplegadas en la península, al tiempo que exigió al gobierno de Kiev que incluya a las "minorías" en "todos los niveles" de la toma de decisiones.
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