El sismo se registró a las 19.05 locales, con epicentro en el océano Pacífico, en el área costera de la prefectura de Fukushima.
El organismo midió la intensidad del sismo, que alcanzó gran parte de las áreas afectadas por el sismo y tsunami del 11 de marzo, en 5+ sobre la escala japonesa de 7.
Por primera vez desde el 31 de julio, se registró en la zona un terremoto tan potente, con epicentro muy superficial.
El organismo meteorológico describió el fenómeno como parte de los "movimientos de asentamiento" vinculados al poderoso sismo de magnitud 9 grados del 11 de marzo pasado, y no descartó la continuación "de las turbulencias" por un período de hasta dos años.
Más allá de la comprensible preocupación, los informes de la policía, los medios y las autoridades locales calmaron los ánimos, teniendo en cuenta que no se registraron daños a personas o a los edificios.
La cadena de televisión pública NHK precisó que la red de transporte, incluidos los trenes proyectil Shinkansen, están funcionando regularmente.
En la ciudad de Iwaki, a unos 40 kilómetros al suroeste de la central de Fukushima Daiichi, el seísmo se llegó a sentir con una magnitud de 5 grados en la escala japonesa cerrada de 7, que se centra más en las zonas afectadas que en la intensidad del terremoto.
En las estaciones de medición más cercanas a la central nuclear, sin embargo, el temblor registró una intensidad de tan solo 1 y 2 grados en la escala nipona, según la Agencia.
La planta de Fukushima Daiichi resultó gravemente dañada por el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, que desataron una crisis nuclear, la peor en 25 años, que todavía continúa abierta.
