"Aparentemente, los ríos y sus afluentes actuaron como una barrera natural, que separaron a las diferentes especies de Callicebus que viven en la región", indicó.
Los monos Callicebus viven preferentemente en los árboles de las selvas húmedas y lluviosas de América del Sur. Se alimentan ante todo de frutos, insectos y hojas.
Durante la expedición de 20 días, los especialistas vieron ejemplares de varias especies amenazadas de extinción, como jaguares, armadillos gigantes, nutrias gigantes, además de un papagayo, que hasta ahora sólo había sido observado en las selvas colombianas.
"Con ayuda de un análisis ecológico podemos documentar ahora científicamente la biodiversidad de la región. Eso nos ayudará a reforzar nuestras demandas e implementar las medidas de protección adecuadas", indicó Gutiérrez.