Internacionales

Estados Unidos moviliza sus buques de guerra que se dirigen hacia Libia

Estados Unidos inició el traslado de su portaaviones USS Enterprise hacia el mar Mediterráneo, frente a las costas de Libia, que lleva a bordo a miles de marines, informaron fuentes del Pentágono a la cadena CNN.
La nave, que tiene una eslora de más de tres campos de fútbol juntos, posee una capacidad entre 70 y 90 aviones y helicópteros y es impulsada por ocho reactores nucleares.

Otro de los barcos de guerra que se mueven desde el Mar Rojo es un porta helicópteros con medios anfibios, reportó ANSA.

Por otra parte, el general James Mattis, comandante del Comando Central norteamericano, explicó en una audición en el Senado que la aplicación de una zona de exclusión sobre Libia "comportará una acción militar preventiva".

"Mi opinión personal es que no será sin dificultades. Para establecer una zona de exclusión es necesario remover las defensas antiaéreas libias", dijo Mattis.

Desde Naciones Unidas, EFE informó que la Asamblea General de la ONU expulsó a Libia del Consejo de Derechos Humanos del organismo internacional. La resolución que decreta la suspensión indefinida de Libia del órgano de derechos humanos, con sede en Ginebra fue adoptada por consenso.

Tras su aprobación, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia advirtieron sobre el peligro de una intervención militar extranjera en Libia, y llamaron a respetar el principio de no injerencia e integridad territorial.

"El pueblo libio debe definir su propio destino, sin interferencias foráneas", subrayó el representante permanente de Venezuela, Jorge Valero, y dijo que es la hora de la diplomacia para la paz, no para la guerra y que "la ONU está para fomentar la paz y el entendimiento y no la lógica de la guerra".

El embajador de Cuba, Pedro Núñez Mosquera, apuntó contra declaraciones de Estados Unidos y de la Unión Europea sobre la posibilidad de acciones militares contra Libia.

Asimismo, preguntó si la Asamblea General sería capaz de suspender a "un Estado poderoso responsable de la muerte de miles civiles inocentes en sus aventuras de conquista y de la desaparición, tortura y ejecución extrajudicial de seres humanos confinados en campos de concentración secretos".

Más tarde, la embajadora de Nicaragua, María Rubiales, criticó la existencia de una arremetida mediática contra Libia, con noticias contradictorias, infladas y utilizadas al antojo de los centros de poder de las grandes potencias para justificar una intervención militar extranjera que abrirá las puertas a quienes quieren apoderarse de los recursos petroleros libios.

En tanto, el representante permanente de Ecuador, Francisco Carrión Mena, insistió en el apego irrestricto de su país a la condena contra la injerencia en los asuntos internos, y aclaró que la resolución adoptada por la Asamblea General "se refiere solo a los derechos humanos y no puede ser utilizada con otro propósito".

El jefe de la misión de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón, sostuvo que el consenso expresado este martes "no puede ser utilizado para promover una intervención militar".

Entretanto, el líder libio Muammar al Gaddafi aseguró que cuenta con el respaldo mayoritario de su pueblo para enfrentar cualquier agresión.

Reportes de la televisión estatal señalaron que el líder libio despachó tropas hacia áreas del noroeste del país, como el cruce fronterizo de Dehiba y la localidad de Nalut para hacer frente a una eventual infiltración militar foránea.

Saif al-Islam, hijo de Gaddafi, afirmó a un canal televisivo europeo que "el uso de la fuerza contra Libia es inaceptable, y no existe ninguna razón para ello", pero advirtió que el Gobierno y sus partidarios harán frente a una invasión.

"Si las potencias mundiales, en particular Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, osan recurrir a la intervención militar contra esta nación norafricana, entonces bienvenidos, estamos preparados y no les tenemos miedo, manifestó".

Por otra parte, desde Trípoli, la capital de Libia, medios de prensa informaron que Gaddafi busca un acuerdo con las tribus que encabezan la sublevación contra su Gobierno hace dos semanas, reportó PL.

El líder libio, aseguran, envió un convoy de ayuda humanitaria a Bengasi, ciudad en manos de los sublevados. Según expertos, la medida traducida al código tribal significa antes que nada respeto hacia las tribus y las ashira, las familias ampliadas que tienen el poder en las zonas.

También significa que la revuelta en curso es un hecho interno y que los rebeldes no deben aceptar interferencias externas.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS