Institucionales Este sábado

Aldea San Antonio celebró su aniversario y la Fiesta del Inmigrante

Las altas temperaturas no fueron obstáculo para que la tradicional fiesta de la colectividad de Alemanes del Volga que se realiza en Aldea San Antonio, festejara con la alegría que los caracteriza.
Las altas temperaturas no fueron obstáculo para que la tradicional fiesta de la colectividad de Alemanes del Volga que se realiza en Aldea San Antonio, festejara con la alegría que los caracteriza.

El epicentro de la fiesta de una localidad de 2000 habitantes fue la Plaza San Martín, frente al Municipio, desde la mañana y hasta la tarde del sábado, mientras que por la noche los festejos se trasladaron a las instalaciones del Club San Antonio. La plaza lució una de sus mejores galas. Las instituciones de la Aldea ofrecieron comidas típicas, refrescos y artesanías, para los pobladores de la zona, y un número destacado de turistas, se llevaran un recuerdo de su paso por este lugar único. Todo fue acondicionado para la fiesta, incluso las casas fueron adornadas con banderas argentinas y alemanas.

Fue un festejo por triplicado, ya que las aldeas Santa Celia y San Juan, al igual que San Antonio, celebraron los primeros 128 años de vida.

Con puntualidad germana, a las 17.30 comenzó el acto inaugural, donde el orador principal fue el presidente Municipal, Leonardo Silva, quien dijo que la fiesta "es un momento que se vive de una manera especial y cada vez arrancamos antes con los preparativos". Silva, no es descendiente de alemanes del Volga, pero se siente compenetrado con la historia y las "vivencias de esta colectividad que la tomo como propia", expresó.

Posteriormente se desarrolló el desfile, que tuvo como punto de inicio el acceso a la localidad para luego recorrer la avenida principal, culminando frente a la plaza San Martín en el placo ubicado a un costado de la municipalidad.

Ballet que recuerdan a los inmigrantes, pertenecientes a agrupaciones locales, de distintos puntos de la provincia, e inclusive de Azul, provincia de Buenos Aires, desfilaron por las calles acompañados de música típica alemana, interpretada por dos bandas, una de ellas a bordo de un acoplado y otra en un carro.

También desfilaron antiguos carruajes: volantas y carros rusos que recordaron tiempos pasados y no tantos, porque en algunos lugares, todavía se utiliza este tipo de vehículos de tracción a sangre.

Por otra parte, autos antiguos, algunos modelos 26, con el volante a la derecha, circularon para deleite de los vecinos, que sentados en la veredas seguían el desarrollo del evento. La mayoría de la gente se agrupó en la plaza, para disfrutar de la música y el paso de los distintos grupos.

Posteriormente se presentaron las postulantes a reinas. Luego, la fiesta se trasladó al club San Antonio. Allí, los ballet bailaron en un escenario montado en el centro del campo de deportes, mientras que en el salón de usos múltiples, distintas bandas tocaron temas relacionados con los inmigrantes del Volga.

La historia remarca que partieron del puerto de Hamburgo (Alemania), con destino a Río de Janeiro (Brasil) engañados, ya que en el puerto brasilero los enviaron a Buenos Aires con la promesa de volver a Brasil. Ya en territorio argentino, un número importante de descendientes de alemanes del Volga se embarcaron en el rio Paraná, arribando a Diamante, desde donde comenzaron a desplazarse a distintos puntos de la provincia. Uno de ellos el sur entrerriano, donde se constituyó una trilogía de aldeas: San Antonio, San Juan y Santa Celia.

Fueron tiempos difíciles, con jornadas de sol a sol, sin feriados y fines de semana largo, solo trabajo para salir adelante. En el centro de la plaza se construyó un horno de barro que recuerda a los primeros inmigrantes que cocinaban con algo que en muchas casas se mantiene. (ElDía)
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS