La propuesta es simple y comienza con conservar esa comida, que es clasificada, ordenada y empaquetada en porciones en bandejas descartables, envueltas con papel film. Las bandejas serán rotuladas con un marcador con la fecha de su elaboración y permanecerán en las heladeras solo 24 horas.
La iniciativa a expandirse por distintos lugares de la geografía argentina y ya llegó a la localidad de Victoria.
Martín Cudini, cuyo negocio familiar funciona en calle Padre Spiazzi y la Av. Belgrano, vio por televisión la propuesta tucumana y rápidamente tomó la iniciativa de imitar la idea. No perdió el tiempo e inmediatamente se puso en contacto con el Secretario de Gobierno de la Municipalidad. El funcionario le expresó su aprobación, comprometiéndose además a título personal a colaborar en el tema, y sería quien proporcione la heladera.
También se reunió con las Inspectoras de Bromatología Municipal, con quienes acordaron algunas normas a considerar en cuanto al origen y control de la mercadería que allí se ofrezca. (Paralelo32)