La mujer, de 28 años, y su pareja, de 29, salieron a bailar a última hora del viernes y dejaron a Oriana. Al regresar, ya en la madrugada del sábado, se quedaron en la vereda del hostel Link, en la ciudad de Córdoba, bebiendo y conversando con algunos amigos y conocidos.
El conserje salió varias veces a pedirles que atendieran a la beba, que lloraba mucho. Debió insistir bastante antes de conseguir que fueran a la habitación. Al rato aparecieron en el hall y dijeron que "parecía" que la nena estaba muerta. Una persona del lugar dio aviso a la policía.
El fiscal José Mana explicó al diario La nación que ordenó de inmediato la autopsia y que, ante los primeros testimonios, caratuló el hecho como "abandono de persona" y detuvo a los padres. Veinte horas después -con el resultado de la necropsia- cambió la calificación: era un homicidio.
Señaló que el conserje que cuidaba a Oriana era "alguien no especializado, sin formación ni elementos para cuidar a una criatura"; agregó que, según los testimonios recogidos, "la beba estaba en la habitación y su llanto se sentía desde el lugar de ingreso".
El fiscal aclaró que nadie más que los padres entró en el cuarto y que cuando lo hicieron "la nena estaba con vida". La autopsia reveló que Oriana murió por "asfixia por sofocación" con una bolsa de plástico en la cabeza. Ya estaría determinado quién es el autor y quién el coautor, aunque Mana no lo reveló por el secreto de sumario.
La pareja no registra una actividad concreta y llevaba viviendo en el hostel bastante tiempo. Nadie le conocía un trabajo habitual. El fiscal espera que Migraciones informe la fecha de ingreso al país de la pareja y también qué motivo habían esgrimido al entrar en la Argentina. También aguarda los resultados de los exámenes de sangre y orina que determinarán si estaban alcoholizados -se sabe que bebieron al menos en la vereda- o si habían consumido drogas.
