No obstante, Amazon supo actuar realmente rápido ante este error y canceló la mayoría de los pedidos. Sin embargo, los vendedores continuaron quejándose puesto que los emails de confirmación de venta continuaban llegando a su bandeja de correo hasta 24 horas después del fallo informático.
A pesar de que las compañías afectadas retiraron sus productos de Amazon en cuanto detectaron el problema no tenían la posibilidad de cancelar aquellos pedidos que Amazon ya marcaba como enviados y de esta forma, evitar las pérdidas. Los consumidores que el pasado viernes entraron a Amazon UK entre las 19.00 y 20.00 horas se encontraron con miles de artículos a precios increíbles.